El Parlamento de Israel prepara su disolución tras la falta de acuerdo para formar gobierno

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El exministro de Defensa Avigdor Lieberman, de cuyo apoyo depende la formación de gobierno, junto con los ultraortodoxos
El exministro de Defensa Avigdor Lieberman, de cuyo apoyo depende la formación de gobierno, junto con los ultraortodoxos RONEN ZVULUN | Reuters

Netanyahu tiene hasta el miércoles para lograr un pacto antes de que el proceso culmine

28 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión de Organización del Parlamento de Israel inició ayer los trámites para que la Cámara vote una proposición para su propia disolución y para la convocatoria de elecciones el 27 de agosto como fecha orientativa, tras el fracaso de las negociaciones para formar gobierno entre los diputados elegidos en los comicios del 9 de abril.

El Likud, el partido del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y vencedor de los últimos comicios, impulsó esta iniciativa con el respaldo de sus posibles socios, y con el rechazo de la oposición y cuando el plazo para presentar una propuesta para un Ejecutivo apoyado por al menos 61 diputados se cierra mañana a medianoche.

Tras la decisión del comité de organización, el pleno aprobó en pleno la proposición con el respaldo de 65 legisladores, frente a 43 que votaron en contra y 6 abstenciones.

Este gesto se interpreta como una estrategia de Netanyahu para presionar en las negociaciones y sacar finalmente adelante su plan de gobierno.

Netanyahu y su principal socio potencial, Avigdor Liberman, de Yisrael Beiteinu, no se ponen de acuerdo principalmente en la postura de ambas formaciones con respecto a un proyecto de ley que obligaría a los ultraortodoxos a cumplir con el servicio militar de dos años del Ejército israelí. Netanyahu necesita los cinco escaños de Yisrael Beitenu para formar un Gobierno con los ultraortodoxos, que se oponen al proyecto que respalda Lieberman.

El tuit del hijo de Netanyahu

Además, Yair Netanyahu, hijo del primer ministro, volvió ayer a avivar la polémica con un mensaje en Twitter dirigido a España: «¿No queréis que apoyemos a los catalanes y los vascos? Pues dejad de apoyar a los palestinos». El día anterior había sugerido a «árabes y musulmanes» que, si quieren liberar territorios ocupados, empiecen por Ceuta y Melilla.