Debacle de los socialdemócratas en los comicios regionales en Bremen

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El candidato de la CDU celebra el triunfo en Bremen, feudo del SPD desde hace 73 años
El candidato de la CDU celebra el triunfo en Bremen, feudo del SPD desde hace 73 años WOLFGANG RATTAY | Reuters

Bremen pone de manifiesto la crisis del SPD y el auge de los Verdes en todo el país

27 may 2019 . Actualizado a las 10:16 h.

La debacle del SPD tiene un nombre: Bremen, el Land más pequeño de Alemania. Unas 482.000 personas tenían ayer cita con las urnas en esa ciudad-estado, que puso de manifiesto las dos grandes tendencias en el tablero político alemán. Según los sondeos a pie de urna, los socialdemócratas germanos obtuvieron 8 puntos menos que en las anteriores elecciones regionales del 2015, y con en torno al 24,5 %, pierden el bastión que gobiernan desde hace 73 años. «Estos porcentajes son decepcionantes», declaró el líder del partido en Bremen y hasta ahora alcalde, Carsten Sieling, que culpó a la falta de rumbo claro por parte de la cúpula socialista en Berlín.

Si se confirman las proyecciones, los cristianodemócratas de la CDU se proclaman por primera vez ganadores en el Land. Y lo hacen por la mínima, con cerca del 25,5 % de los sufragios, tres puntos más que hace cuatro años. «Dijisteis que lo conseguiríamos y así ha sido», exclamó el jefe conservador en Bremen, Carsten Meyer-Heder. En el tercer puesto, con el 18 %, casi un 3 % por encima de lo que sacaron en los últimos comicios, quedarían los Verdes, que no dejan de cobrar fuerza al calor del discurso ecologista en todo el territorio federal, donde se sitúan segundos por delante del SPD. En Bremen los Verdes tendrían incluso la llave para forjar el nuevo Ejecutivo, al pasar a ser la formación bisagra. 

En teoría sería posible que su actual alianza con los socialdemócratas en el Gobierno se amplíe a un tripartito con ayuda de La Izquierda poscomunista, que obtuvo el 12 %. Sieling se mantendría así en el poder. Aunque nadie descarta la llamada coalición Jamaica, por los colores de las formaciones que la integran, Verdes, CDU y liberales del FDP, que junto al SPD son los únicos que pierden apoyo con respecto al 2015 y rozarían el 6 % mínimo para obtener representación en el Parlamento. En tal caso, el cristianodemócrata Meyer-Heder asumiría las riendas del Land. Aunque existe una tercera vía, la de la gran coalición, pero se perfila como la menos probable. Una vez más se impone un cordón sanitario a la ultraderechista AfD, que logró el 7 % de los votos. 

Sea como sea, las elecciones en el pequeño Estado federado, que se saldaron con un índice de participación del 66 %, envían un importante mensaje a Berlín. Si se confirma la debacle socialdemócrata también en las europeas, el SPD podría finalmente romper la gran coalición del Gobierno a cargo de Angela Merkel, para intentar regenerarse en la bancada opositora, coincidiendo con el ecuador, en otoño, de una legislatura marcada por las disputas entre sus tres socios. Un dilema similar al que los socialistas germanos tuvieron tras las generales del 2017, que ya evidenciaron el desgaste de una formación que atraviesa una profunda crisis de identidad.