Los eurófobos toman la delantera en un escenario donde diez partidos podrían tener representación en Bruselas
INTERNACIONAL
Caras nuevas, buenos modales y viejas recetas identitarias. Es la fórmula que está explotando el joven Thierry Baudet (FvD: Foro por la Democracia) para tomar el bastón de mando en Holanda. La fiebre eurófoba no ha dejado de crecer desde principios de marzo y es muy probable que el nuevo paladín de la ultraderecha acabe venciendo en los comicios europeos en un país llamado a liderar el proyecto común.
Los holandeses serán los más madrugadores. Acudirán a las urnas este jueves para traducir en votos su malestar en torno al rumbo político que está tomando la UE en materia fiscal y migratoria. De ese descontento se ha alimentado Foro para la Democracia (FvD) hasta situarse como primer partido en los sondeos, arrebatando el cetro de la ultraderecha al decadente PVV de Geert Wilders, quien solo alcanzaría a ser octava fuerza (6,2 % de votos y un escaño).
Nuevos ultras
El partido de Baudet aspira a hacerse con el 17,3 % de los apoyos (cinco escaños) apoyándose en sus mensajes a favor de la desintegración de la UE -a la que compara con la antigua Yugoslavia-, la reintroducción de fronteras y la «resurrección» cultural holandesa. Aunque su discurso comulga con las tesis de la xenófoba Liga Norte italiana y la Reagrupación Nacional francesa, de Marine Le Pen, Baudet ha manifestado su intención de integrar las filas de los reformistas europeos (ECR), una familia de partidos euroescépticos que prefieren desmarcarse del halo extremista que desprenden formaciones como la del propio Geert Wilders para congraciarse con un público más amplio.
Las encuestas también arrojan un paisaje político inquietante por la enorme atomización del voto. Hasta 16 partidos se presentan a los comicios. Diez de ellos podrían obtener algunos de los 26 escaños que Holanda tiene reservados en el Parlamento Europeo. Los liberales del primer ministro Mark Rutte (VVD) aguantan el tirón del FvD en segunda posición (15,9 % de los votos y 5 escaños), seguidos por los Verdes (11,02 %), los conservadores de la CDA (9,62 %) y los socialdemócratas (9,15 %). Los años de gobierno en coalición le pasan factura a la única fuerza socioliberal en el Ejecutivo (D66), que se podría hundir hasta la sexta plaza, perdiendo tres de los cinco escaños por el camino. Hay quien teme en Bruselas que la balcanización de la política holandesa sea un espejo de la Eurocámara que está por venir.