La coalición de Salvini y Di Maio hace agua antes de las elecciones europeas

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Di Maio y Salvini, durante su jura como ministros en junio del 2018 en el Quirinal
Di Maio y Salvini, durante su jura como ministros en junio del 2018 en el Quirinal Remo Casilli | Reuters

El líder ultraderechista esperará a su pronosticado triunfo electoral para actuar

28 abr 2019 . Actualizado a las 08:46 h.

Aún no ha cumplido un año y el Gobierno de coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga hace agua incapaz de cerrar las grietas abiertas entre sus respectivos líderes, Matteo Salvini, y Luigi Di Maio, a pocas semanas de las elecciones europeas. Lo que muchos definieron como una alianza antinatural, podría acabar en una crisis que, en el mejor de los casos llevaría a una remodelación del Ejecutivo.

La última gresca ha sido a cuenta de la petición de dimisión por el M5E de Armando Siri, subsecretario de Transportes y persona muy cercana al vicepresidente y ministro del Interior, Matteo Salvini, por las acusaciones de corrupción que pesan sobre él, y la Liga negándose a ello.

El otro vicepresidente, Luigi Di Maio, denunció que la Liga solo piensa en hacer caer al Gobierno. «¿Dónde está el sentido de responsabilidad hacia los ciudadanos? ¿Dónde están las ganas de cambiar verdaderamente las cosas?», se preguntaba en su cuenta de Twitter, mientras atacaba con dureza a su socio: «Italia no es un trofeo y me parece muy grave que la Liga, con mucha superficialidad, amenace con dejar caer el Gobierno cada vez que le viene en gana». Salvini quiso atajar la cuestión asegurando que la crisis del Ejecutivo «solo está en la imaginación de Di Maio».

Mientras los dos vicepresidentes se enzarzan en disputas, el presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, intenta ejercer de árbitro aunque con poca fortuna. En el último Consejo de Ministros, que tenía que discutir el decreto sobre el crecimiento económico, Salvini se negó a aprobar una financiación especial al endeudado Ayuntamiento de Roma, gobernado por Virginia Raggi del M5E. La negativa provocó la ira de Conte en una de las reuniones del Gobierno más crispadas y en la que no faltaron los insultos y amenazas. Es un capítulo más de la serie de desencuentros que van desde la conveniencia de acabar la línea ferroviaria Turín-Lyon hasta la política de puertos cerrados a la inmigración. 

Manos libres

A la vista de todos está que Salvini quiere tener las manos libres, sobre todo en economía, para imponer su programa y sus ideas, pero esto no será posible mientras el M5E tenga en su poder las carteras de Economía y de Infraestructuras y Transportes.

Por ahora nadie se atreve a romper la baraja ante las dificultades para lograr otro socio Los resultados de las elecciones europeas podrían alterar el delicado equilibrio al que se llegó en el 2018. La Liga espera con anhelo materializar el triunfo que le pronostica los sondeos, en torno al 32 %, mientras 5 Estrellas se sitúa a 10 puntos de distancia y con un resurgido Partido Democrático (PD) pisándole los talones.

De momento nadie se atreve a romper la baraja, ya que un eventual nuevo Gobierno necesitaría de nuevas alianzas que Salvini solo puede buscar en Silvio Berlusconi y en la neofascista Giorgia Meloni, mientras en M5E no quieren saber nada de una posible alianza con el PD. El otoño se avecina caliente en Italia: en un país en recesión será muy difícil aprobar otros presupuestos expansivos.