La nieta 129 robada por la dictadura argentina vive en España

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Carlos Alberto Solsona, el padre de la mujer identificada, con Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo
Carlos Alberto Solsona, el padre de la mujer identificada, con Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo Rodrigo García | Efe

Nació un mes después de la detención de su madre, Norma Síntora, en 1977

10 abr 2019 . Actualizado a las 20:12 h.

La nieta 129 robada por la dictadura argentina (1976-83) vive en España y tiene 42 años. Nació un mes después de la detención de su madre, Norma Síntora y su padre, Carlos Alberto Solsona, que logró sobrevivir. Más de cuatro décadas de búsqueda y «miles de noches sin poder dormir», afirmaba Solsona, de 70 años, podrá abrazar a su hija. La emoción por vivir algo «grandioso» se mezcla con el «miedo» a lastimarla, afirmó ante el encuentro con su hija.

La mujer -de quien se evitó divulgar su nombre- viajó a Argentina el pasado 2 de abril, se presentó ante la justicia y aceptó realizarse la prueba de ADN para corroborar las sospechas que le hicieron llegar las Abuelas de Plaza de Mayo. «Ahora podrá conocer a su padre y a sus hermanos», señaló Estela de Carlotto, presidenta de la emblemática organización, en la rueda de prensa en que anunciaron la restitución de su identidad. «Ahora podrá conocer a su padre y a sus hermanos», añadió.

En el 2012 se descubrió que una joven había sido inscrita por una familia como propia y no era así. Un año después, tras una investigación, las Abuelas pidieron a una mujer radicada en España a que se realizase la prueba de ADN. Pese a esta petición y a la del fiscal que lleva la causa, se negó. Fue gracias a la intervención de un amigo cuando cambio de idea y a principios de mes viajó a Argentina y se hizo el estudio genético.

Síntora, tenía 25 años y estaba embarazada de ocho meses cuando el 21 de mayo de 1977 fue detenida en Moreno, provincia de Buenos Aires, según consta en el Archivo de la Memoria. Desde ese trágico día, ella y su bebé figuraban como desaparecidos. Se supone que su hija nació en mayo o junio de ese año. Tiene un hermano, Marcos que nació antes de que sus padres fueran detenidos.

Síntora y Solsona militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo. A ellas sus compañeros de militancia la conocía como La Morocha, Raquel, Marta o La Turca.

La asociación presidida por De Carlotto estima que cerca de 500 bebés fueron robados por la dictadura, que además hizo desaparecer a cerca de 30.000 personas, según datos de las organizaciones de derechos humanos. A mediados de la década de 1980, las Abuelas impulsaron la creación de un banco para almacenar sus perfiles genéticos y garantizar la identificación de sus nietos.

Fue en 1987 cuando el Congreso creó por ley el Banco Nacional de Datos Genéticos, que desde entonces se encarga de resolver la filiación de las niñas y niños apropiados durante la última dictadura. En ese banco se encuentran almacenadas todas las muestras de los familiares que buscan a los niños desaparecidos por el terrorismo de Estado, y de todas las personas que sospechan ser hijas de desaparecidos, y ya dejaron su muestra en el banco. En todo este tiempo, el banco ha ido sumando técnicas avanzadas de identificación genética y forense y en el 2009 se sancionó una nueva ley que jerarquizó a la institución.

La última vez que Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de identidad de un bebé robado fue en agosto del año pasado, cuando se presentó la historia de Marcos, el nieto 128, hijo de Rosario del Carmen Ramos, quien fue secuestrada a principios de 1976.