Macron y Merkel, enfrentados por la condiciones de la prórroga del «brexit»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Tusk, May y Merkel observan una tableta, al lado del portugués Costa, en la cumbre
Tusk, May y Merkel observan una tableta, al lado del portugués Costa, en la cumbre Reuters

El líder francés exige garantías para frenar un posible sabotaje de Londres a la UE

10 abr 2019 . Actualizado a las 22:34 h.

La cumbre extraordinaria en la que los Veintisiete deben decidir por unanimidad si aceptan retrasar por segunda vez la fecha de la salida del Reino Unido de la UE se ha alargado ante las posturas enfrentadas por las condiciones que se impondrán a Londres para concederlo dicha prórroga.

La posición más dura está liderada por Emmanuel Macron, que a su llegada se mostró molesto por darse por hecha la concesión a Londres y avisó que no está garantizado que los Veintisiete le concedan una extensión. «Voy a escuchar con impaciencia a May, pero para mí nada está hecho, nada. En particular (...) ¡ninguna extensión larga!», dijo el presidente francés. París quiere endurecer las medidas para evitar un sabotaje del Reino Unido que bloquee el funcionamiento de la UE. Ante los riesgos que plantea para el proyecto europeo tener en la mesa de toma de decisiones a un país con agenda propia por estar ya en la casilla de salida, exige suprimir el derecho de veto de los británicos.

En el bando más flexible con Londres se posiciona Angela Merkel. Su prioridad es una ruptura ordenada, con la condición de que las elecciones europeas de mayo se celebren también en el Reino Unido. A su juicio con ello quedará «garantizado» el buen funcionamiento de las instituciones comunitarias. Algo, en lo que está de acuerdo el portugués António Costa.

A su llegada a la cumbre, May, que solo estuvo presente en la primera parte de la reunión para exponer los detalles de su propuesta y responder a las dudas de sus socios, se ha aferrado a la prórroga corta que los líderes rechazaron ya darle en marzo. «He pedido una extensión hasta el 30 de junio, pero lo que es importante es que cualquier extensión nos permita salir en el momento en el que ratifiquemos el acuerdo de salida, de modo que podamos salir el 22 de mayo», dijo.

El bloque, sin embargo, duda de que conservadores y laboristas puedan construir ese consenso en semanas y estudia concederle una prórroga mayor, de aproximadamente un año, sujeta a condiciones como celebrar las elecciones europeas y asumir que no bloqueará los avances de la UE. «Necesitamos asegurar que no se dañan la legitimidad e integridad de las instituciones de la UE. Cuanto más larga sea la extensión, más riesgo de ello», apuntó el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, a su llegada a la cumbre extraordinaria. Pedro Sánchez se mostró confiado en lograr una solución que atienda ese «difícil equilibrio».

Aunque hay voluntad de sentar unas líneas claras para afianzar el compromiso de cooperación leal, los países también son conscientes de que desde el punto de vista jurídico «es difícil» contar con estas garantías de cooperación, porque el Reino Unido seguirá siendo un Estado miembro de pleno derecho. Los servicios legales del Consejo están muy atentos para que todo lo que la UE a 27 exija a May sea «jurídicamente incontestable», para evitar que en el futuro se pueda recurrir desde Londres, por lo que la fórmula podría ser a algún tipo de «autolimitación» que, sin ser jurídicamente vinculante, sí tenga un peso político.

El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, adelantó que la reflexión de los líderes europeos baraja varios calendarios, desde «seis meses a un año», y que buscan salvaguardas para evitar que el país pueda bloquear la toma de decisiones en la UE, por ejemplo con un brexit «automático» si Londres no es «leal» con sus socios comunitarios.