Kagame llama a no repetir la historia en el 25 aniversario del genocidio tutsi

La Voz REDACCIÓN

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El presidente Kagame, la primera dama  Jean-Claude Juncker y Moussa Faki  encienden la llama del recuerdo
El presidente Kagame, la primera dama Jean-Claude Juncker y Moussa Faki encienden la llama del recuerdo DAI KUROKAWA | Efe

La oposición denuncia la represión del Gobierno, pero el presidente se ampara en la prosperidad y la estabilidad logradas en estos años

08 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de Ruanda, Paul Kagame, presidió ayer los actos por el 25 aniversario del genocidio tutsi con la promesa de que «nunca vuelva a pasar». «Esta historia nunca se repetirá. Ese es nuestro compromiso», remarcó. Instó a los jóvenes ruandeses a tomar el relevo y transformar su país. En la actualidad, tres cuartas partes de los 12 millones de ruandeses tienen menos de 30 años, y el 60 % de la población no ha vivido el genocidio, en el que fueron asesinados más de 800.000 personas, el 70 % de ellos tutsis y hutus moderados.

En el acto en el Centro de Convenciones de Kigali, Kagame también advirtió que habrán represalias contra todo aquel de dentro o fuera del país que busque desestabilizar Ruanda. Momentos antes, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, hizo hincapié en la necesidad de «seguir luchando contra las ideologías negacionistas y revisionistas», mientras que su homólogo de la UE, Jean-Claude Juncker, recalcó el «imperativo moral y político» de no olvidar lo sucedido.

En el acto asistieron dirigentes africano y europeos como el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, quien aprovechó la ocasión para recordar la responsabilidad compartida en esta tragedia. No estuvo el presidente francés, Emmanuel Macron, pese a estar invitado.

El actual presidente fue elegido democráticamente en 2000 y ha impulsado programas de reconciliación y de fomento de la sociedad civil. Sin embargo, quedan en pie cuestiones fundamentales como las restricciones a la libertad de opinión, a la oposición política y a la sociedad civil con persecución, detenciones ilegales y torturas de activistas críticos con el Gobierno, según Human Rights Watch.

«El partido gobernante ha optado por la dictadura desde los primeros días tras el genocidio con el argumento de que estaban protegiendo la soberanía nacional, pero ahora siento que hay que terminar», ha afirmado la dirigente opositora Victoire Ingabire en declaraciones a Reuters.

«El Gobierno debería permitir trabajar libremente a los políticos de la oposición porque negarles sus derechos causará problemas. 25 años bastan. El Gobierno debe permitir a la gente ser libre para expresar sus opiniones», ha argumentado.

Kagame ganó casi el 99 % de los votos en las elecciones del 2017 en unos comicios con un 96 % de participación, por lo que rechaza estas críticas y responde con el crecimiento económico del país y la paz relativa que existe desde el genocidio. 

Entierros 25 años después

Un total de 80.931 cadáveres recuperados de fosas comunes excavadas durante el genocidio serán enterrados de forma digna el próximo 4 de mayo en el Monumento al Genocidio en Nyanza, al sureste de Kigali, reveló hoy a Efe la asociación de supervivientes Ibuka.  «Descubrimos las fosas comunes en los distritos de Rusororo y Masaka, en el extrarradio de Kigali, el pasado abril (de 2018)», detallóel coordinador de esta entidad en el distrito de Gasabo, Theogene Kabagambire.

En el último año «se han exhumado 30.923 cuerpos solo en el municipio de Kabuga, parte del distrito de Rusororo», adelantó Kabagambire, sin poder especificar el número total de fosas comunes encontradas en esta área a hasta 25 metros de profundidad, ya que se suman «por cientos».

En el vecino barrio de Masaka, en el distrito de Kicukiro que alberga el Monumento al Genocidio de Nyanza, otros 50.158 cuerpos han sido exhumados, según el jefe de excavaciones, Innocent Gasinzigwa, de un total de «128 fosas comunes».Para dar con estos cuerpos, Ibuka contó con el testimonio anónimo de un joven miembro del grupo paramilitar extremista hutu Interahamwe («los que pelean juntos»), quien participó en el genocidio con 15 años de edad y después ha cumplido una década de cárcel.