Trump y Bolsonaro abren una nueva era en las relaciones entre Brasil y EE.UU.

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Bolsonaro consideró un placer entregar a su colega la camiseta que «simboliza al mejor jugador de todos los tiempos, Pelé»
Bolsonaro consideró un placer entregar a su colega la camiseta que «simboliza al mejor jugador de todos los tiempos, Pelé» KEVIN LAMARQUE | Reuters

El estadounidense quiere convertir al país sudamericano en aliado preferente de la OTAN

20 mar 2019 . Actualizado a las 08:03 h.

Uno en portugués, el otro en inglés, pero Jair Bolsonaro y Donald Trump hablan el mismo idioma. Exhibieron sintonía ideológica, buenos propósitos y algunos acuerdos. Cada uno de ellos se llevó de recuerdo una camiseta de las respectivas selecciones nacionales de fútbol. Entre los propósitos, el apoyo estadounidense a la entrada de Brasil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la propuesta para que el país sudamericano adquiera el estatus de «aliado preferente» fuera de la OTAN («o puede que dentro», llegó a decir Trump), lo que proporcionaría a los brasileños acceso preferente a la compra de material militar y tecnológico estadounidense. También sobre la mesa, la negociación de una futura reducción de aranceles para favorecer el intercambio comercial y la posibilidad de ceder a Estados Unidos el uso de una base militar en Brasil.

Entre los acuerdos, el permiso brasileño para el lanzamiento de naves espaciales de Estados Unidos desde suelo brasileño y la retirada de la obligatoriedad de visados de entrada en este país para los norteamericanos.

Sobre la crisis en Venezuela, el brasileño evitó apoyar una intervención militar Sobre Venezuela, más allá del diagnóstico común de la situación en el país y de su apoyo a Juan Guaidó, ni Trump ni Bolsonaro dieron un paso más allá de lo dicho hasta el momento. El brasileño es cauto ante la posibilidad de una intervención militar y el estadounidense mantiene que «todas las opciones están abiertas», mientras justifica el estancamiento de la situación en Venezuela porque «todavía no hemos impuesto las sanciones verdaderamente duras». 

Admiración mutua

En su comparecencia conjunta ante los medios, Trump se felicitó por la victoria electoral de Bolsonaro mientras este fue más allá de la mera cortesía al subrayar su «admiración» por Donald Trump y vaticinar una victoria del republicano en las elecciones presidenciales del 2020. Según el presidente brasileño, «con los norteamericanos compartimos la defensa de las libertades, el respeto a la familia tradicional, el temor de Dios, nuestro creador, y la lucha contra la ideología de género, lo políticamente correcto y las noticias falsas».

La simbiosis entre los dos líderes llegó al punto de que el mandatario brasileño fue entrevistado por el canal de televisión favorito de Trump, Fox News. En comunión con el argumentario xenófobo del norteamericano, Bolsonaro defendió el muro con México porque «la inmensa mayoría de los potenciales inmigrantes no tienen buenas intenciones» y no hacen «bien a los estadounidenses». El brasileño se defendió de las acusaciones de machismo, xenofobia y homofobia, ampliamente documentadas, escudándose en las fake news de los medios «izquierdistas» de su país. 

El viaje de Jair Bolsonaro a la capital estadounidense incluyó una visita fuera de agenda a la sede de la CIA, una charla en la Cámara de Comercio de Washington y una cena en la embajada brasileña en la que, entre otros, compartió mesa con Steve Bannon, uno de los estrategas de la campaña de Donald Trump y asesor de diversos partidos de extrema derecha en todo el mundo.

Viaje relámpago de Zapatero a Venezuela

 Pedro García Otero. Caracas / Corresponsal

José Luis Rodríguez Zapatero realizó un viaje relámpago a Caracas en un avión privado, ya que su estancia duró menos de 16 horas, según fuentes extraoficiales. No ha contado con el visto bueno del Gobierno de Pedro Sánchez para ir a Venezuela, y se desconoce si se ha reunido con Nicolás Maduro, en el marco de su visita al país, al que llegó en la noche del lunes y se marchó al mediodía de ayer.

En todo caso, el expresidente de Gobierno español no se reunió con Juan Guaidó, presidente interino designado por la Asamblea Nacional. El líder opositor señaló que no estaba planeada una reunión con él y que ni siquiera sabía si se encontraba en el país. Este Legislativo ya había declarado a Zapatero persona non grata el 6 de noviembre pasado, con motivo de su penúltima visita, y lo reafirmó ayer.