Un tiroteo con tres muertos activa la máxima alerta terrorista en Utrecht

Salvador ARROYO BRUSELAS / COLPISA

INTERNACIONAL

Una de las víctimas del tiroteo en el tranvia estacionado en la plaza 4 de Octubre, de Utrecht
Una de las víctimas del tiroteo en el tranvia estacionado en la plaza 4 de Octubre, de Utrecht ROBIN VAN LONKHUIJSEN | AFP

Los motivos del ataque todavían no se han esclarecido, pero no se descarta una disputa familiar

19 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Holanda activó el nivel máximo de alerta terrorista para todo el entorno de Utrecht tras un tiroteo en el centro de la ciudad que dejó tres muertos (dos mujeres y un hombre) y cinco heridos (tres de ellos graves). El principal sospechoso, Gökmen Tanis, nacido hace 37 años en Turquía, fue detenido por la policía después de una redada casa por casa a lo largo de toda la ciudad.

El alcalde Jan van Zanen anunció la detención durante una conferencia de prensa conjunta con portavoces de la Policía y del Servicio de la Fiscalía. Apuntan que los motivos del ataque continúan sin esclarecerse, pero que «no podían descartar» otros motivos, como una disputa familiar. Esta versión entronca con la de un testigo que estaba en la estación de tranvía cuando se produjo el tiroteo y relató que el atacante «se centró en una mujer», y después cargó contra aquellos que intentaron ayudarla. La mujer sería un familiar del autor, según la agencia turca Anadolu.

El tiroteo se produjo en torno a las 10.40 horas dentro de un tranvía que se encontraba en la plaza 24 de Octubre, en el distrito de Kanaleneiland, de la histórica ciudad Utrecht. Fue arrestado tres horas después a unos 4 kilómetros, en la calle Oudenoord.

Durante todo el día, la policía mantuvo que la acción tenía un «móvil terrorista», a pocos días de elecciones locales, como recordó el primer ministro Mark Rutte. Un testigo llegó a asegurar que había gritado Allahu Akbar (Alá es grande). Un hombre de negocios turco que dice conocer a Tanis explicó a la BBC turca que esté había combatido en la república rusa de Chechenia, donde operan grupos yihadistas aliados del Estado Islámico (EI). El empresario también denuncia que hace unos años «fue arrestado por sus conexiones con el EI, pero fue liberado muy poco después». Otros medios apuntaban a que un hermano del atacante era vigilado por el servicio de inteligencia por sus ideas extremistas. 

Caza al hombre

La caza comenzó después de que la policía difundiera por Twitter la imagen de Gökman Tanis captada a las 10.41 horas en el interior del tranvía en el que presuntamente comenzó el tiroteo. La plaza 24 de Octubre de la histórica ciudad de Utrecht es un punto neurálgico, por ser un cruce de varias vías de comunicación en la que existe también una parada de tranvía. Agentes de los cuerpos antiterroristas han participado en la búsqueda del supuesto tirador que habría huido en un Renault Clio de color rojo. En medio de la caza al autor del ataque, se pidió al agente de Utrecht que no saliera la calles y se mantuvieran cerrados los centros escolares, además se reforzó la vigilancia en aeropuertos y vías ferroviarias en todo el país.

Inestable y con amplio historial delictivo 

Un loco, un inestable, delincuente, robabicicletas... son algunas de las expresiones que ayer lanzaban vecinos y conocidos para definir a Gökmen Tanis, el presunto autor del tiroteo en un tranvía en Utrecht. Un chico nacido en Yozgat (Turquía) en 1981 que llegó de pequeño a Holanda junto a sus padres y dos hermanos. Cuando se separaron sus progenitores, él se quedó con su madre en el país, mientras que su padre, Mehmet, volvió al pueblo de origen y, desde entonces, no lo ha vuelto a ver. De esto hace once años, aseguraba ayer a los medios y se adelantaba a decir, antes de que su hijo fuera detenido, que si había hecho algo, que pagase por ello.

 Varios amigos coinciden en asegurar que Gökmen se descarriló hace tiempo y que acumula un amplio historial delictivo. Ya pisó varias veces los juzgados. En el 2012, fue juzgado por un robo en un camión en Brabante; a finales del 2013, por intento de homicidio; en mayo del 2014, por otro robo en Utrecht, y hace dos semanas declaró ante un tribunal como acusado de haber violado a una mujer en julio del 2017. Tras el tiroteo, esa mujer, Angelique Lensen, acudió a la policía. Según ella, también se había saltado las condiciones de su libertad condicional el pasado día 1. Lensen, que conoce bien del barrio al ahora detenido, asegura haber advertido a la policía con mucha frecuencia de lo loco que puede ser Gökmen. «Si tan solo me hubieran escuchado», se lamentaba ayer.

«En algún momento Gökmen perdió su camino. Consumió cocaína y heroína», afirma un vecino del barrio. Otro turco-holandés que creció con él asegura que actuó en venganza de una antigua novia. Coincide con el anterior en que «entró en contacto con drogas duras como la heroína», y «no venía a la mezquita. No tiene nada que ver con la fe». Pero en otra época se comportó como un musulmán muy devoto. Se dejó la barba y se puso túnicas largas. Corregía a los demás, pero al día siguiente, estaba borracho, aseguran, y era agresivo.