El Gobierno y la oposición pactan la hoja de ruta del diálogo en Nicaragua

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El nuncio Stanislaw Sommertag, durante la rueda de prensa en Managua
El nuncio Stanislaw Sommertag, durante la rueda de prensa en Managua OSWALDO RIVAS | Reuters

Los jerarcas católicos y evangélicos han sido invitados como testigos del nuevo proceso

07 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno de Daniel Ortega y la oposición han superado el bloqueo del diálogo en Nicaragua y han definido una hoja de ruta para negociar, con los jerarcas católicos y evangélicos como testigos. El acuerdo se logró tras cinco rondas de diálogo entre el Ejecutivo y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), con la participación del nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, como garante.

«Se aprobó la hoja de ruta», aseguró el nuncio en una rueda de prensa en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (ICAE), a 15 kilómetros de la capital, donde se desarrollan desde el 27 de febrero la negociación, que deberá finalizar el 28 de marzo.

Como parte del acuerdo, las partes invitaron al nuncio a continuar como «testigo y acompañante internacional» del diálogo, y al cardenal Leopoldo Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al pastor Ulises Rivera, coordinador de pastores evangélicos, como «testigos y acompañantes nacionales».

Brenes dará una respuesta a la invitación, después de reunirse con los 10 obispos de la jerarquía católica en Managua. El secretario y portavoz del CEN, el obispo de Estelí, Abelardo Matta, dijo a la AFP que analizarán la participación de la Iglesia católica, que sirvió de mediadora en el primer diálogo.

Al menos 325 muertos

La represión a la ola de protestas antigubernamentales que estalló en abril dejó al menos 325 muertos, más de 700 detenidos y miles de exiliados en países vecinos, según organismos de derechos humanos.

La Alianza había pedido la presencia de representantes de la ONU y la OEA como garantes internacionales del diálogo, a lo cual el gobierno se opuso. Las partes resolvieron que designarán a los garantes «una vez aprobada la agenda».

Tras conocerse el acuerdo, la Alta representante de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido al Gobierno de Nicaragua que el diálogo en curso con la oposición sea «inclusivo» y ha confiado en que conduzca a «medidas concretas» que permitan superar la crisis en la que se encuentra inmerso el país centroamericano.