Nancy Pelosi rebaja la tensión entre la UE y Estados Unidos

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Mogherini recibió a Pelosi en su oficina de Bruselas
Mogherini recibió a Pelosi en su oficina de Bruselas VIRGINIA MAYO / POOL | EFE

Las relaciones trasatlánticas pasan por uno de sus peores momentos, con la guillotina arancelaria del 25 % pendiendo sobre la industria alemana del automóvil

20 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Calma, debate y entendimiento. Son los tres ingredientes que faltan en las conversaciones entre autoridades europeas y estadounidenses desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca. Las relaciones trasatlánticas pasan por uno de sus peores momentos, con la guillotina arancelaria del 25 % pendiendo sobre la industria alemana del automóvil, investigada por ser una «amenaza» potencial para la seguridad de Estados Unidos.

Los continuos ataques de Trump al multilateralismo y sus maniobras para desestabilizar a la UE han conducido las relaciones entre Bruselas y Washington a un punto muerto. Ni los compromisos alcanzados en julio del 2018 para negociar sobre aspectos comerciales han evitado que el estadounidense amenace con traicionar su palabra aplicando aranceles a la industria del automóvil.

La Cámara de Representantes lo sabe bien. Su presidenta, Nancy Pelosi, se trasladó estos días a Bruselas junto al senador Bob Menéndez y algunos de sus miembros para hacer de contrapeso y mantener abiertos los canales de diálogo con la UE, desgastados por la actitud impredecible y airosa de Trump. El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, fue el primero en recibirla. Lo hizo el lunes y le trasladó el deseo de que Trump mantenga «su palabra» de mantener alejadas sus manos de la industria automovilística. «Si no lo hace, no nos veremos comprometidos a seguir comprando soja y gas licuado. Lo lamentaría mucho», advirtió el luxemburgués. Ayer fue el turno de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien trató con Pelosi el doloroso boicot de EE.UU. al acuerdo nuclear con Irán. La italiana invirtió mucho capital político para poder lograrlo. El reproche no se quedó ahí. La retirada del Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático aún escuece en Bruselas. A pesar de las palabras cordiales de Pelosi, las cancillerías europeas desconfían de Washington. El jueves y el viernes se reunirán en Bucarest los Veintiocho ministros europeos de Comercio. La amenaza de Trump estará sobre la mesa. Algunas voces en la Eurocámara les han pedido que cesen cualquier negociación comercial para no ceder al chantaje.