La primera ministra británica pide a sus diputados unidad en la recta final del «brexit»

RITA ÁLVAREZ TUDELA LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Steve Parsons | Europa Press

Theresa May ha enviado una carta a cada uno de los 317 diputados de su formación. Arranca una semana clave para encontrar una alternativa a la salvaguarda irlandesa

17 feb 2019 . Actualizado a las 19:12 h.

¿Puede Theresa May conseguir quitar la salvaguarda irlandesa del acuerdo del «brexit»? El ministro de Cultura británico, Jeremy Wright, no lo tiene claro y advirtió ayer de que la primera ministra podría pedirle al parlamento que apruebe nuevamente su acuerdo sin haber eliminado legalmente la salvaguarda irlandesa del texto de retirada de la Unión Europea.

La líder conservadora se volverá a reunir esta semana con los líderes de la UE para intentar resolver el problema, ya que en el actual acuerdo queda establecido que si después del período de transición (hasta diciembre del 2020), Londres y Bruselas no llegan a firmar un acuerdo comercial, Irlanda del Norte quedaría sometida a algunas normas de la UE. «Si esta es la única forma de hacerlo, entonces esa es la forma en que lo haremos. Si hay otras formas que sean tan efectivas pero que quizás aún no hemos explorado, también lo miraremos», dijo Wright. Con la actual salvaguarda se quiere evitar el regreso de una frontera dura en Irlanda del Norte, pero muchos partidarios del «brexit» temen que eso podría dejar al Reino Unido atado a las normas de la UE por tiempo indefinido.

Los ERG, como se conoce al núcleo duro de los conservadores favorables al «brexit», reaccionaron con alarma ante la sugerencia de Wright de que el respaldo no puede ser eliminado y dejaron claro que no votarán a favor de un acuerdo que no elimine un respaldo indefinido de Irlanda del Norte.

Los euroescépticos tories creen que el gobierno británico puede estar intentando que el reloj corra hasta el día del «brexit», el 29 de marzo, para presentar un acuerdo con pequeñas enmiendas por parte de la UE y que se presione entonces a los diputados para que lo voten, o si no, aceptar una salida sin acuerdo.

Ante la división en filas tories, May escribió una carta llamando a la unidad dentro del partido conservador e hizo hincapié en que intentará establecer formas para «eliminar cualquier riesgo legal de que el respaldo se aplique de manera indefinida».

May planea hablar con los líderes de la UE en los próximos días y volverá a Bruselas esta semana para hablar con Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. En el caso del ministro del «brexit», Stephen Barclay, también se reunirá con el jefe negociador de la UE, Michel Barnier, para encontrar otras propuestas para reemplazar el actual backstop de Irlanda del Norte.

Mientras, los partidarios de la celebración de un segundo referendo, agrupados en la plataforma llamada People’s Vote, anunciaron una marcha por Londres el 23 de marzo, el fin de semana antes de que el Reino Unido abandone oficialmente la UE. Se espera que sea igual o más numerosa que la anterior, que concentró a más de 700.000 personas.