La Eurocámara centra en el transporte su plan de contingencia «postbrexit»

Cristina Porteiro
cRISTINA pORTEIRO BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Theresa May, durante su intervención en el Parlamento
Theresa May, durante su intervención en el Parlamento JESSICA TAYLOR | AFP

El Parlamento ofrece un año a Iberia para deshacerse de accionariado británico

14 feb 2019 . Actualizado a las 08:05 h.

El comercio. Ese ha sido el gran motor histórico que ha empujado a los británicos a desarrollar sus dinámicas redes de transporte, las marítimas, las terrestres y las aéreas. El afán mercantil y su ubicación insular abocaron al Reino Unido a potenciar la conectividad con el Viejo Continente, su principal bazar. Esos canales de transporte, cuidados con mimo en las últimas décadas, podrían saltar por los aires el próximo 30 de marzo si el país abandona la UE por la puerta de atrás y sin acuerdo. La ruptura sería especialmente traumática para algunas empresas como Iberia, cuyo accionariado es mayoritariamente británico. Si no se deshace de ellos a tiempo, no podrá seguir operando en vuelos intracomunitarios. El tiempo corre y la UE concentra todos sus esfuerzos en prepararse para el peor de los escenarios.

¿Por qué el transporte está en el punto de mira?

Las infraestructuras aéreas, marítimas y terrestres son las arterias que permiten canalizar el flujo de personas y mercancías dentro de la UE. Cualquier fallo en la transmisión, podría hacer colapsar el sistema de intercambio comercial, dañando de forma irremediable a las economías, tanto las europeas como la británica. Bruselas calcula que solo en el 2017, el intercambio de mercancías por carretera entre el Reino Unido y la UE ascendió a los 50 millones de toneladas. El sector aéreo, por su parte, contribuye con 110.000 millones de euros al PIB. Con el efecto multiplicador del turismo, alcanza los 510.000 millones de euros. «Más allá de facilitar la movilidad, la aviación es una fuente impulsora del comercio, el crecimiento y el empleo», sostiene la Comisión. Por el flanco marítimo se avecinan problemas para seguir manteniendo conectada a Irlanda con el mercado único. Por eso la Comisión Europea reconoce que una ruptura abrupta podría desembocar en «serios desórdenes, también públicos».

¿Qué puede acarrear un «brexit» duro para las conexiones?

En carretera afectaría fundamentalmente a los transportistas. Las licencias de los operadores británicos para circular por la UE desaparecerían automáticamente el 30 de marzo. Tampoco los europeos podrían acceder a la isla, provocando atascos kilométricos en las fronteras. En lo que respecta al sector aéreo, los operadores británicos no podrían seguir volando hacia o entre países de la Unión. «La mayoría, si no todas, de las rutas aéreas entre la UE y el Reino Unido dejarían de funcionar», admite Bruselas. Los efectos se notarían en el aumento del tiempo y los costes, una mayor presión sobre el resto de infraestructuras de transporte por la búsqueda de conexiones alternativas y una caída de la demanda aérea.

Hay otro escenario post brexit todavía más complejo: el de las aerolíneas con un accionariado mayoritariamente británico, como Iberia. Un eventual acuerdo recíproco para expedir licencias de vuelo bilaterales entre los países de la UE y el Reino Unido no sería suficiente para que el operador hispano-británico pudiese seguir fletando vuelos dentro del espacio comunitario. Cualquier gallego que quisiera volar desde Galicia a Madrid, Barcelona o Bilbao no podría hacerlo con Iberia. La normativa de la UE solo permite ofrecer vuelos intracomunitarios a compañías cuya propiedad sea mayoritariamente europea.

¿Qué medidas está tomando la UE?

La Eurocámara aprobó ayer de urgencia tres medidas de contingencia relativas al transporte. La primera ofrece la posibilidad de extender licencias de transporte a los operadores británicos de carretera hasta finales del 2019, siempre que cumplan con los estándares mínimos europeos y el Gobierno de Theresa May ofrezca un trato igual a los comunitarios. La segunda medida concierne al transporte aéreo. El Parlamento Europeo (EP) ofrece a las aerolíneas británicas (el 19,3 % de los operadores que ofrecen vuelos intracomunitarios) una tregua de doce meses para seguir operando en el espacio aéreo de los 27, eso sí, deberán recibir las licencias correspondientes de las autoridades nacionales y Londres deberá hacer una oferta recíproca.

¿Qué hay de Iberia?

El PE está dispuesto a extender un período de gracia idéntico para deshacerse de una parte del accionariado británico. Algunas instituciones (Consejo y Comisión) se oponen a conceder una tregua tan larga. Según el Financial Times, el margen podría reducirse a los siete meses.

May se enroca y se arriesga a otra derrota en Westminster

rITA a. tUDELA

Theresa May intentó minimizar las informaciones que apuntan a que su estrategia para la negociación del brexit pasa porque los parlamentarios tengan que elegir entre respaldar su acuerdo o aceptar un retraso en el divorcio de la UE, aunque su postura es que el 29 de marzo se consuma la salida. ITV News escuchó al responsable británico de la negociación, Olly Robbins, en un bar de Bruselas diciendo que esa era la estrategia, pero la conservadora dijo a los diputados que no deberían confiar en «lo que alguien escuchó decir a alguien en un bar».

La primera ministra también repitió que suprimirá el requisito existente que implica un período de 21 días antes de que haya cualquier votación para aprobar un tratado internacional, lo que significa que se podría retrasar el voto final hasta solo días antes de la fecha de salida.

Hoy, May presentará en los Comunes una moción en principio neutra, cuyo texto, si bien no ha trascendido, ha provocado el malestar de los  más euroescépticos (unos 50) por el miedo a que plantee impedir la salida sin acuerdo. Ese grupo es imprescindible para que los tories puedan sumar una victoria. Y su órdago puede propiciar que May sufra una nueva derrota en Westminster, la tercera consecutiva.

Posible escisión laborista

El líder de Partido Nacional Escocés en los Comunes, Ian Blackford, instó a la premier a que deje «de jugar a la ligera» con las empresas que están pidiendo seguridad. Un experto cifró la caída de la industria química y farmacéutica, clave en Escocia, en más del 10 % en la próxima década. Por el momento, Londres solo prevé tener firmados para el 29 de marzo, seis de los 40 tratados comerciales con los que espera sustituir los acuerdos internacionales de la UE: Chile, Suiza, el Mercado Común de África Oriental, islas Feroe, Israel y Palestina.

Westminster es una auténtica jaula de grillos, y la situación en filas laboristas no es mejor que en el ala conservadora. Su responsable de Economía, John McDonnell, rechazó las sugerencias de que varios parlamentarios laboristas podrían pedir la baja en el partido por su manejo de las acusaciones antisemitas. McDonnell expresó su creencia de que el problema se resolvería, pero el diputado, Neil Coyle, advirtió a un grupo de compañeros que podría irse del partido.