Guaidó abre la puerta «si es necesario» a una intervención militar extranjera

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

YURI CORTEZ

La ayuda humanitaria se convierte en arma política en la pugna entre la oposición y el chavismo

10 feb 2019 . Actualizado a las 14:06 h.

En al menos dos ocasiones, Juan Guaidó había señalado que tomaría «todas las medidas necesarias» para hacer posible la entrada de la ayuda humanitaria en Venezuela, sin especificar detalles. El presidente interino designado por la Asamblea Nacional venezolana fue más claro en una entrevista a la agencia AFP, al señalar que no descarta autorizar la intervención de una fuerza extranjera para que Nicolás Maduro deje de «usurpar» el poder y para «salvar vidas» ante la «emergencia humanitaria». No obstante, aseguró que debe tener el «menor costo social» su apuesta por celebrar unas «elecciones libres» que saquen a Venezuela de la peor crisis de su historia contemporánea.

Guaidó ya había señalado esta semana en una entrevista a un diario de Uruguay que «si fuera requerida una fuerza internacional para restituir el orden democrático y proteger la vida de nuestros ciudadanos, existe la atribución legislativa de aprobar una acción así por la Asamblea Nacional», en base a las competencias que establece la Constitución venezolana al Parlamento.

De hecho, el artículo 29 de la Ley del Estatuto de la Transición Política, aprobado esta misma semana para darle una base jurídica a un eventual Gobierno de transición, señala que basándose en esas facultades, «el Gobierno provisional podrá solicitar la ayuda de la comunidad internacional a los fines de restablecer la soberanía estatal en el territorio de la República».

La ley fue declarada inconstitucional este viernes por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), alineado con Maduro, pero diversos abogados, como Enrique Sánchez, uno de los constitucionalistas más conocidos del país, han señalado que el TSJ es una institución «usurpada» por jueces que fueron electos en forma irregular en el 2015.

La ayuda humanitaria se ha convertido en arma política en la pugna Maduro-Guaidó. Kimberly Breier, subsecretaria de Estado estadounidense, señaló que su país «no utilizará la fuerza» para lograr el acceso de ayuda humanitaria. «Estados Unidos está coordinando con el Gobierno de Guaidó y su equipo de expertos para entregar la ayuda de manera adecuada y deficiente». 

Propuestas de diálogo

Maduro, mientras tanto, insiste en apoyar la propuesta de diálogo que lanzaron esta semana México y Uruguay, aunque este último país se desmarcó al suscribir, dentro del Grupo de Contacto Internacional, formado por ocho países de la UE y cuatro latinoamericanos, el comunicado que exige elecciones creíbles e inmediatas en Venezuela. A pesar de que dijo que Europa «está sorda» a lo que pasa en Venezuela, Maduro se mostró dispuesto a recibir a la misión técnica que enviará el grupo de contacto, lo que es sorprendente si se tiene en cuenta que Venezuela lleva más de quince años cerrándole las puertas al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos e incluso a la Oficina Internacional del Trabajo. Durante una rueda de prensa interrumpida por un apagón que dejó a media Venezuela sin luz el viernes y que en muchas zonas se mantenía este sábado, pidió al papa Francisco que siguiera intentando un diálogo con él y la oposición.

A ambos diálogos (el de México y el del papa) se ha opuesto Guaidó, indicando que el único objetivo del líder chavistas es afianzarse en el poder. Esta es la posición también de la UE.