Un bloque partido en tres al que solo une el fin de Maduro

Pedro García otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

De izquierda a derecha, Henry Ramos Allup, en su día un destacado militante del chavismo; Corina Machado, que lidera la línea socialdemócrata; y Leopoldo López, el líder opositor, que se encuentra en prisión domiciliaria, tiene en Guaidó a su delfín
De izquierda a derecha, Henry Ramos Allup, en su día un destacado militante del chavismo; Corina Machado, que lidera la línea socialdemócrata; y Leopoldo López, el líder opositor, que se encuentra en prisión domiciliaria, tiene en Guaidó a su delfín AFP, Reuters

En el nutrido frente antichavista conviven socialdemócratas, derechistas y desertores del régimen

04 feb 2019 . Actualizado a las 21:00 h.

Las tres tendencias que conviven en la oposición venezolana lograron ponerse de acuerdo, tras dos años de división, en un momento clave para lograr el único objetivo común que conservan: acabar con el régimen de Nicolás Maduro y devolver una democracia de calidad al que un día fue el país más próspero de América del Sur. Con buena parte de la dirigencia histórica de la resistencia contra el chavismo presa o en el exilio, o inhabilitada políticamente (al igual que todos estos partidos, que han sido inhabilitados por el Consejo Electoral a través de un reglamento específico), ha surgido una nueva hornada de políticos que encarna Juan Guaidó, bautizada como la generación del 2007, como hilo conductor.

Tras el triunfo de la unidad opositora, agrupada en la Mesa por la Unidad Democrática (MUD), por avalancha, en las parlamentarias del 2015, Nicolás Maduro no solo estableció un cerco institucional contra la Asamblea Nacional; también emprendió campañas de desprestigio contra sus adversarios.

Y en la medida en que se fue atrincherando, la frustración opositora de no lograr, institucionalmente, el desalojo de la «revolución bolivariana», fue generando división en una coalición en la que hay, mayoritariamente, partidos socialdemócratas y un partido de derechas, muy influyente en la política 2.0: Vente Venezuela, de María Corina Machado, al que se han sumado los partidos de Antonio Ledezma (Alianza Bravo Pueblo) y La Causa R, un importante partido de izquierda laborista.

El grupo más poderoso

Sin embargo, el grupo que tiene más poder en la coalición es el que conforman Voluntad Popular, al que pertenece Guaidó, y Primero Justicia. Partidos prácticamente siameses, el líder de VP es Leopoldo López (preso desde el 2014), quien viene de PJ, y los líderes fundamentales de este son Henrique Capriles (inhabilitado desde el 2016 de una forma absolutamente arbitraria) y Julio Borges, en el exilio en Colombia, desde donde ha sido el canciller oficioso de la oposición y ha ayudado a conformar la alianza internacional que hoy tiene a Maduro contra las cuerdas.

Formaciones tradicionales

La tercera tendencia de la oposición es la formada por los partidos tradicionales de la democracia que tuvo Venezuela entre 1959 y 1999, básicamente Acción Democrática y sus escisiones, así como otros arrepentidos del chavismo de las que forma parte Henri Falcón, el exgobernador chavista que pasó a la oposición en el 2010 y que, pese al boicot de los críticos, decidió «competir» contra Maduro en los comicios del 20 de mayo del 2018.

Falcón, como el resto de este grupo, que conforman políticos veteranos como el secretario general de AD, Henry Ramos Allup, y el de una escisión de este, Un Nuevo Tiempo, el excandidato presidencial opositor en el 2006 Manuel Rosales, están frecuentemente bajo sospecha de las redes sociales, que acusan a ciertas figuras de estos partidos (y muchas veces a los propios Ramos y Rosales) de colaboracionistas con el chavismo, a pesar de que Rosales estuvo más de una década exiliado y volvió en el 2017 a Venezuela, tras lo cual pasó unos meses preso.

Esta frágil coalición tiene el reto de permanecer unida incluso si Maduro cayera, pues frecuentemente, analistas y políticos como López y Capriles (junto con Machado, los mejor posicionados en este momento, al que hay que agregar el fenómeno que ha representado Guaidó) han señalado que incluso con una caída del chavismo, la oposición debería presentar candidatos unitarios durante varios períodos, al estilo de la concertación chilena.

Sin embargo, Machado respondió esta semana «sí, absolutamente», a una pregunta en Fox News sobre si se lanzaría como candidata en unas hipotéticas elecciones. Lo hizo en paralelo con Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA durante una década, quien promete «rescatar el chavismo originario», a pesar de que frecuentemente es acusado de corrupción, y varios de sus colaboradores más cercanos (incluyendo un primo) forman parte de los escándalos más sonados del chavismo, como el de la Banca Privada D’ Andorra.

Canadá donará 35 millones de euros en ayudas a los venezolanos

El presidente de Canadá, Justin Trudeau, anunció este lunes una ayuda de 53 millones de dólares canadienses (algo más de 35,27 millones de euros) para atender las necesidades de los venezolanos y de los que han buscado refugio en los países de la región debido a la crisis que atraviesa el país. «Canadá está dando un paso adelante y anuncia 53 millones de dólares para abordar las necesidades más acuciantes de los venezolanos en el terreno, incluidos los casi tres millones de refugiados», adelantó Trudeau durante la reunión del Grupo de Lima.