Israel e Irán, un paso más cerca del enfrentamiento directo en Siria

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Los bombardeos volvieron al cielo de Damasco
Los bombardeos volvieron al cielo de Damasco SANA | Reuters

Once soldados sirios perecieron en el bombardeo israelí contra objetivos iraníes

22 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El cielo de Damasco rugió en una nueva noche de bombardeo por parte de Israel, y sus habitantes entendieron que, pese al final de los combates en todos los barrios y ciudades en torno a la capital, la guerra no ha terminado. Todo lo contrario. El conflicto ha entrado de lleno en una nueva fase en la que uno de los grandes riesgos es el choque directo entre Israel e Irán, el mayor apoyo del presidente Bachar al Asad junto a Rusia. Los cazas israelíes alcanzaron «centros de almacenamiento de municiones y un puesto ubicado en el aeropuerto internacional de Damasco», así como «un puesto de Inteligencia y un campo militar de entrenamiento», todos ellos vinculados a la Fuerza Quds, brazo exterior de la Guardia Revolucionaria de la república islámica, según el comunicado difundido por el Ejército israelí. Las defensas antiaéreas sirias respondieron e Israel también las bombardeó. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) elevó a 11 el número de soldados sirios muertos, Rusia lo redujo a cuatro y los medios sirios no informaron sobre los daños sufridos. «Cualquiera que amenace con eliminar» a Israel «asumirá toda la responsabilidad», advirtió Benyamin Netanyahu poco después de que el Ejército informara del ataque contra Damasco. El primer ministro israelí declaró: «Operamos tanto contra Irán como contra las fuerzas sirias que permiten la agresión iraní. Golpearemos a cualquiera que intente dañarnos. Quien amenaza con eliminarnos asumirá toda la responsabilidad». El ataque, el de mayor escala que recuerdan varios vecinos de Damasco consultados por este medio, se produjo después de otro lanzado el domingo al que Siria respondió con el lanzamiento de un cohete contra los Altos del Golán, zona de su país ocupada por Israel desde 1967. El Estado hebreo responsabilizó a Irán de este lanzamiento que fue interceptado por el sistema antimisiles, Escudo de Hierro. Teherán y Damasco tienen un acuerdo de seguridad de defensa recíproca por el que se comprometen a ayudarse mutuamente en caso de agresión externa. Los ministros de Defensa iraní y sirio firmaron además en agosto un acuerdo complementario sobre cooperación militar y técnica, pero para Israel la presencia de la república islámica en su frontera norte es una línea roja y en los últimos años ha lanzado «miles de ataques» contra su gran enemigo, según reveló recientemente el jefe del Estado Mayor saliente, general Gadi Eisenkot, en una entrevista concedida a The New York Times antes de dejar el cargo. «La política de línea roja para impedir el atrincheramiento iraní en Siria se mantiene con toda su fuerza», declaró el ministro de Transporte e Inteligencia, Yisrael Katz. El titular de Vivienda y Construcción, Yoav Galant, fue un paso más allá y prometió que Israel «expulsará a Irán de Siria».

Esta es la primera crisis con la que lidia el sucesor de Eisenkot, Aviv Kochavi, y ha optado por hacer pública la operación y no mantener el silencio, como fue la norma de su antecesor. Kochavi fue una elección personal del exministro de Defensa, el ultranacionalista Avigdor Lieberman, que dejó el Gobierno en noviembre tras la decisión de Netanyahu de pactar con Hamás para calmar la situación en Gaza. Esta escalada de tensión coincide con la precampaña en el país y, según el analista militar Yoav Limor, «la tensión en el norte va a mantenerse y jugará un papel importante en la campaña electoral», tal y como escribió en el diario Israel Hayom.