Erdogan da plantón al asesor de Trump y niega que vaya a proteger a los kurdos

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

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Turquía exige el control de las bases de EE.UU. tras el repliegue de sus tropas

09 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A Donald Trump se le está complicado la retirada de las tropas de Siria. A la preocupación de Israel de frenar a Irán, se une el desacuerdo de Turquía sobre el futuro de los combatientes kurdos. El presidente Recep Tayyip Erdogan cargó ayer con vehemencia contra el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, por poner como condición para el repliegue que Turquía se comprometa a proteger a los milicianos kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG). «Bolton cometió un grave error», dijo Erdogan ante diputados de su partido, el islamista AKP. Poco después su portavoz desmintió de forma categórica que el presidente turco hubiera llegado a un compromiso con Trump sobre la seguridad de las milicias kurdas, como anunció el secretario de Estado, Mike Pompeo.

Ankara considera a la milicia kurda un grupo terrorista, mientras que para Washington ha sido un fiel aliado en la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI). «Pronto vamos a pasar a la acción para neutralizar a los grupos terroristas en Siria», insistió Erdogan, después de meses amenazando con lanzar una nueva ofensiva en Siria para eliminar a las YPG, planes que por ahora están paralizados.

La bronca pública de Erdogan se produjo un día después de la reunión de dos horas que mantuvo su asesor, Ibrahim Kalin, con Bolston, enrarecida por las palabras del estadounidense. El encuentro terminó como el rosario de la aurora: provocó la abrupta cancelación de la rueda de prensa conjunta de los reunidos y el plantón de Erdogan a Bolton, que abandonó Turquía sin reunirse con él como estaba programado.

Entrega de armas

Los turcos exigen a Washington el control o la destrucción de las bases militares que dejarán tras su retirada, según el diario Hurriyet, y que recuperen las armas que entregaron a los kurdos durante sus años de colaboración.

Tanto Trump como su Gobierno llevan días matizando la impresión inicial de una salida precipitada de Siria. A la gira de Bolton, se unió ayer la de Pompeo, que visitará ocho países de Oriente Medio para exhortar a los aliados regionales a proseguir la lucha contra el EI e Irán. En Jordania, su primera parada, reiteró que la retirada de Siria no tendrá consecuencias sobre la capacidad de su país de presionar al régimen de los ayatolás y combatir a los yihadistas.

Aunque el argumento de Trump para marcharse de Siria era que el EI estaba vencido, los acontecimientos sobre el terreno le desmienten. Al menos 32 combatientes kurdos murieron durante un contraataque de los yihadistas en el este de Siria. Para dar la impresión de que Estados Unidos sigue activo en Siria, un portavoz del Pentágono dijo a la agencia AFP que las fuerzas de la coalición siguen proporcionando asistencia a los «aliados sirios», las Fuerzas Democráticas sirias (FDS), cuya columna vertebral son los milicianos kurdos.