Piden pena de muerte para cinco de los asesinos de Khashoggi

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ERDEM SAHIN | EFE

Arranca el juicio contra los once acusados de secuestrar y descuartizar al periodista crítico con la monarquía saudí

04 ene 2019 . Actualizado a las 08:16 h.

Justo tres meses después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en la sede del consulado de Arabia Saudí en Estambul (Turquía), ayer comenzó en Riad, la capital del país, el juicio contra los once acusados de haber dado muerte al reportero disidente contra el régimen saudí. La fiscalía solicitó para cinco de ellos la pena de muerte «por su implicación en el crimen» durante la primera sesión del juicio, que se celebra en el Tribunal de Sanciones en Riad.

De los acusados se desconoce su identidad. Junto con sus abogados, pretenden ganar tiempo para argumentar sus defensas ante un caso que conmocionó y causó el rechazo de la comunidad internacional. De hecho, las autoridades de Arabia Saudí se vieron obligadas a reconocer un homicidio que negaron durante las primeras semanas de la crisis argumentando que no existían pruebas de que Jamal Khashoggi fuera asesinado, sencillamente porque su cuerpo, al menos hasta el momento, no apareció.

«Sin cadáver no hay crimen»

Los razonamientos de Riad ante la desaparición de uno de sus súbditos, pero también de los más críticos contra las políticas del heredero de la dinastía de los Al Saud, Mohamed bin Salmán, de que «sin cadáver no hay pruebas», se vieron comprometidos ante las pruebas aportadas por el Gobierno de Turquía. La fiscalía turca confirmó que el periodista disidente murió estrangulado, su cuerpo fue posteriormente descuartizado y los asesinos se deshicieron de sus restos poco después de entrar en las oficinas de la legación diplomática de Arabia, el pasado 2 de octubre, para recoger unos documentos que le permitieran casarse con su prometida turca.

A medida que transcurrían los días, los testimonios, producto incluso de grabaciones no oficiales en el propio consulado que podrían mostrar lo ocurrido, desvelaban que el crimen fue aterrador, tal y como mostró ante la opinión pública el Gobierno de Erdogan. Se implicó al menos a quince personas, que al parecer volaron expresamente desde Riad a Estambul para perpetrar el asesinato de Khashoggi, algunos de los cuales podrían pertenecer al círculo de colaboradores más estrechos del príncipe heredero.

Proteger al heredero

Los esfuerzos del régimen saudí por desvincular a Mohamed Bin Salman de su implicación en el homicidio no se hicieron esperar. De hecho, el príncipe se hizo fotografiar en palacio con algunos miembros de la familia del periodista asesinado poco después del fatídico suceso. El propio Bin Salman comprobó cómo la comunidad internacional le daba la espalda en la última reunión que el G20 celebró en Argentina, cuando jefes de Estado y de Gobierno evitaron reuniones y fotografías públicas con el heredero.

Ahora, coincidiendo con la apertura del juicio, la fiscalía desveló que el pasado 17 de diciembre remitió dos memorandos judiciales a la Fiscalía General de Turquía para pedir las pruebas que los turcos han ido recopilando a lo largo de la investigación.

Una solicitud que, apuntó, todavía no ha recibido respuesta de las autoridades turcas, al igual que ocurrió con los otros memorandos enviados los días 17, 25 y 31 del pasado octubre, afirmó la fiscalía saudí.

Desde Riad, se ha vuelto a insistir en que los acusados por el asesinato de Khashoggi no van a ser extraditados a Turquía, país que los reclama por el crimen y que ha ejercido una enorme presión sobre el reino árabe.