La hora de los consensos antes imposibles

Francisco Espiñeira Fandiño
f. espiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ANDY RAIN | Efe

Un europarlamento fragmentado en al menos ocho grandes familias

31 dic 2018 . Actualizado a las 07:55 h.

De norte a sur, de este a oeste. La italianización de la política europea es un hecho y sacar adelante la gobernabilidad de cualquier institución, independientemente de su tamaño, obliga a consensos que no hace tanto parecían imposibles. Ahí están los francófonos belgas con los flamencos. O los ultraderechistas daneses apoyando a un primer ministro moderado. O populistas y xenófobos mano a mano en la Italia que rivaliza con Grecia por el título de cuna de la democracia europea. Hasta el heleno Alexis Tsipras parece ahora menos radical tras tener que aceptar la intervención comunitaria para evitar el default de su país. 

Pero lo que es normal en los países de los Veintisiete no lo era en Bruselas. En el corazón del proyecto común, las dos grandes familias, los populares y los socialdemócratas, controlaban el Europarlamento con casi 400 de los 751 escaños disponibles. Los pactos entre el grupo más numeroso de la derecha (218 asientos) y el de los socialistas (187) garantizaban amplios consensos en los que siempre era fácil incluir a cualquiera de las fuerzas hasta ahora minoritarias (el tercer bloque, el de los liberales, contaba con menos de 70 votos).

Pero las pocas encuestas a nivel europeo disponibles apuntan a que el reparto de fuerzas tras la cita con las urnas del 2019 será mucho más complejo. La primera voz de alarma la encendió un sondeo de Politico. Este portal reduce la influencia de los dos grupos mayoritarios de forma notable. La derecha seguirá siendo la más votada, pero apenas manejará 186 europarlamentarios, incluidos los polémicos procedentes de las filas del húngaro Orbán. Serán unos 32 menos que hasta ahora. La caída será aún mayor en los socialistas. De 187 a 130. Entre las dos fuerzas, 316 de los 705 parlamentarios. Menos de la mitad por primera vez en la historia.

¿Y dónde se refugian esos votantes que no comulgan con los partidos mayoritarios? Ahí está el quid de la cuestión. El avance de los populismos solo tropieza en sus enconados enfrentamientos ideológicos: en Bruselas tendrán que hablar la Izquierda Unitaria Nórdica (53) con los Reformistas (50) y la Europa de la Libertad y la Democracia Directa (45). También con Los Verdes (45) o los liberales (unos 100 si se incluye al partido de Macron). Los pactos serán inevitables entre las ocho grandes familias. ¿Entre quién?