El Reino Unido intenta cerrar el canal de la Mancha a migrantes

Lourdes Gómez LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Sajid Javid, ministro británico del Interior
Sajid Javid, ministro británico del Interior Kirsty O'connor / Dpa

Las llegadas de indocumentados se multiplican pese al tiempo

30 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El ministro británico del Interior, Sajid Javid, interrumpió sus vacaciones navideñas para «tomar control» de la última oleada de migrantes y refugiados que intentan alcanzar la costa inglesa en botes y lanchas a través del canal de la Mancha. Más de 90 adultos y menores han sido atendidos en el mar o en playas del sureste de la isla desde el día de Navidad. Al menos 300 personas han arriesgado la vida este año cruzando en pequeñas embarcaciones las aguas que separan Francia del Reino Unido desafiando el tiempo y el tráfico marítimo.

La secretaria de Estado en Inmigración, Caroline Nokes, defendió ayer la gestión de la crisis migratoria y Javid declaró la situación de «incidente grave» y solicitó hablar por teléfono con su homólogo francés, Christophe Castane, antes de Nochevieja. 

Movilizar a la Marina Real

Diputados con escaño en localidades costeras presionan al Gobierno para que refuerce la presencia de patrulleras guardacostas y movilice incluso a la Marina Real. Podría desplazar a la zona una de las dos patrulleras que vigilan el Mediterráneo, pero Interior teme que la medida surta el efecto contrario. Según advirtió Nokes, es factible que la presencia de «navíos adicionales pueda actuar como un imán, atrayendo a más personas a emprender una travesía tan peligrosa».

La responsable laborista del Interior, Diana Abbott, pidió una mayor coordinación de Londres y París. «Necesitamos enfocarnos en una cooperación mejor con las autoridades francesas y que las naciones europeas acuerden rutas seguras y legales para los que buscan asilo», instó.

La destrucción del campamento francés de La Jungla, que llegó a concentrar a unos 8.000 migrantes hasta el 2016, y la vigilancia férrea en el puerto y los accesos de Calais desplazó el problema sin solucionarlo. Oenegés que operan en la zona han detectado la presencia de traficantes a lo largo del año que ofrecen cruzar el canal de la Mancha en barcas hinchables de menos de cuatro metros de eslora.

Un reciente informe oficial británico desveló la falta de recursos humanos y técnicos. Entre las nuevas rutas de llegada de migrantes ilegales al Reino Unido se mencionaron los puertos de Bilbao y Santander, con sus ferris a Portsmouth y Plymouth.