Argentina se revuelve contra las subidas de la luz

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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ANDRES STAPFF / Reuters

La calma social saltó por los aires tras los sucesivos anuncios de subidas de entre el 30 y el 55 % en los servicios básicos

30 dic 2018 . Actualizado a las 08:36 h.

La economía argentina sigue despeñándose. Con todos los indicadores en límites peligrosos, la calma social saltó por los aires tras los sucesivos anuncios de subidas de entre el 30 y el 55 % en apartados básicos, como el transporte, el gas o la luz, que se implementarán a partir del próximo 1 de enero.

Algunas de las medidas, como el encarecimiento del recibo de la luz, ya han tenido consecuencias políticas. El secretario de Energía, Javier Iguacel, dimitió tras proponer una subida del 55 % del precio de la luz. Algunas fuentes apuntan como motivo a su mala relación con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Iguacel fue designado ministro de Energía el pasado mes de junio pero poco después esta cartera fue degradada a rango de Secretaría de Estado como parte del plan de ajuste del Gobierno de Mauricio Macri para capear la crisis económica.

Las fricciones con Dujovne surgieron en octubre, cuando Iguacel ordenó un nuevo aumento del precio de la energía para compensar las pérdidas sufridas por las empresas productoras debido a las fluctuaciones económicas, lo que suscitó una ola de protestas que obligó al Gobierno dio marcha atrás.

Iguacel planeaba otro aumento de las tarifas de luz y gas para el 2019, que de materializarse se sumaría a una larga lista de subidas desde la llegada de Macri a la Casa Rosada

La culpa, de Cristina

En medio de esa combustión interna, el recurso de echarle la culpa a la herencia recibida también es habitual. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, dijo que las recientes subidas en las tarifas son resultado de los «descalabros» recibidos del último Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015).

«Nosotros recibimos del 2015 una situación tarifaria que era un gran descalabro en el transporte. El boleto de colectivo valía hasta tres o cuatro veces más en todo el país que en el área metropolitana», dijo el ministro.

«Hay una parte que es la inflación, porque aumentan los costos; la otra es la necesidad de arreglar estos desequilibrios de muchos años en los que la tarifa no se tocó, con un sistema totalmente subsidiado y de mala calidad», continuó. «Es el problema de tener que arreglar los descalabros; ese viva la pepa y el todo es gratis, que al final lo pagamos todos. Si eso no hubiese sucedido, no hubiera pasado esto», dijo Dietrich, quien agregó que estas subidas son «consecuencia» de diferentes factores.