Rusia sigue utilizando las redes sociales para influir en la política de EE.UU.

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

ALEXANDER NEMENOV | Afp

Informes de dos universidades confirman el apoyo a Donald Trump en las elecciones

18 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desvelar la interferencia rusa en las elecciones del 2016 y tomar medidas contra su gobierno no sirvió para ponerle fin. Al contrario. Desde que el escándalo de Cambridge Analytica dejara al descubierto que Facebook, Twitter y YouTube eran cómplices involuntarios de la victoria de Donald Trump, la inteligencia rusa se transformó y se propagó a otras plataformas más pequeñas y vulnerables.

Esa es una de las conclusiones del informe que han preparado para el Comité de Inteligencia del Senado el Proyecto de Propaganda Informática de la Universidad de Oxford y la firma de análisis Graphika. Los esfuerzos de la Agencia de Investigación de Internet rusa (IRA, por sus siglas en inglés) no empiezan ni acaban en el 2016. De hecho, el informe de 47 páginas estudia su infiltración entre el 2012 y el 2018 hasta concluir que contaminaron las principales redes sociales con vídeos e información destinados a favorecer la elección del presidente Donald Trump y, más adelante, para ayudarle en su agenda de gobierno.

Se trata de la radiografía más detallada que se haya hecho hasta la fecha, aunque la conclusión sea la misma que ya tuvo sobre la mesa de su despacho Barack Obama, firmada entonces por los servicios de inteligencia. «Lo que está claro es que todos los mensajes buscaban claramente beneficiar al Partido Republicano y específicamente a Donald Trump», sentencia.

Con toda la información a su alcance sobre el perfil de los usuarios de esas plataformas sociales y los sofisticados algoritmos que permiten predecir su comportamiento, basándose en información aparentemente inocente, los troles del IRA apuntaban a grupos de extrema derecha para incentivar el odio y el miedo hacia las minorías. Y a la vez intentaban «confundir y desincentivar» a estas para que no votaran.

Un segundo informe elaborado por el Comité de Inteligencia del Senado por investigadores del New Knowledge, la Universidad de Columbia y Canfield Research abunda en este último aspecto. Los troles rusos «apuntaron a la comunidad negra mediante un amplio abanico de plataformas multimedia bien conectados con los afroamericanos para crear un ecosistema influyente». Latinos, gais, musulmanes, veteranos... se trataba de fragmentar a la sociedad en grupos sociales para infiltrarlos y envenenarlos emocionalmente. Más de mil vídeos sirvieron de anzuelo para identificar a los usuarios más reactivos que alimentaban la base de datos con sus comentarios y un simple click de «me gusta» o «no me gusta». Los replicaban y generaban conversaciones de las que los agentes del IRA tomaban nota.

Ahora es el fiscal especial Robert Mueller el que les vigila a ellos, tras haber imputado ya a tres compañías y 13 ciudadanos rusos. Cuando la atención de las investigaciones se centraron en Facebook y Twitter, los troles mutaron y se hicieron fuertes en Instagram, otra plataforma que «probablemente sea el campo de batalla» en las próximas elecciones.