Expulsados de la televisión húngara dos diputados críticos con la «ley de esclavitud»

La Voz BUDAPEST / AGENCIAS

INTERNACIONAL

ATTILA KISBENEDEK | Afp

18 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las protestas contra la reforma laboral emprendida por el Gobierno ultranacionalista de Víktor Orbán van en aumento. La última se produjo en el escenario de la movilización celebrada el pasado domingo cuando miles de personas se concentraron ante la sede de la televisión pública MTV. El diputado independiente, Ákos Hadházy, accedió a la sede televisiva con la intención de que se leyese el manifiesto elaborado contra la nueva ley aprobada el pasado miércoles, que incrementa de 250 a 400 el número máximo de horas extras permitidas por año.

El político fue agredido físicamente y detenido por agentes de seguridad de la televisión pública húngara MTV, unas escenas que pudieron ser compartidas en directo, pues la diputada Bendett Szél las grababa y emitía a través de las redes sociales, junto con otros seis parlamentarios magiares y eurodiputados.

Hadházy pretendía encontrar a algún editor con quien pudiera negociar, pero el personal de seguridad le impidió el acceso, lo empujó y, después de que el agredido cayera al suelo, lo llevó fuera del inmueble. Las imágenes muestran, además, cómo también Szél es arrojada fuera de la sede cuando acude para intentar ayudar a su colega.

Los diputados opositores señalaron que, debido a su inmunidad parlamentaria, los agentes no tienen derecho ni siquiera a «tocar» a un legislador. «Esto es Turquía dos, ya ni se ocupan de la apariencia», criticó Ágnes Kunhalmi, diputada socialista, en una entrevista a la televisión privada ATV.

Rechazo frontal

Lo cierto es que la situación de rechazo a la política laboral de Orbán no deja de crecer. De hecho, el dirigente se ha visto sorprendido por las multitudinarias manifestaciones, habituado al férreo control político que ejerce amparado por el respaldo mayoritario que ha obtenido en las urnas. Sindicatos y oposición critican una ley, que censura más del 80 % de la población húngara. No es para menos. La reforma, además de aumentar hasta 400 las horas extraordinarias que puede hacer un trabajador al año, señala que el empleador podrá pagárselas en los tres años siguientes.