Túnez organiza la primera protesta del mundo árabe contra el príncipe saudí

Mikel Ayestarán JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Pancartas y sierras, en las protestas contra Salman
Pancartas y sierras, en las protestas contra Salman FETHI BELAID

Centenares de personas rechazan la visita del político al grito de «¡El asesino no es bienvenido!»

28 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Túnez volvió a vestirse del 2011, cuando el pequeño país del norte de África fue el primero en alzarse y acabar con su dictador en la llamada Primavera Árabe, y las calles de la capital fueron escenario de la primera protesta en un país árabe contra Mohamed bin Salman. Cientos de tunecinos recorrieron el bulevar Habib Bourghiba para mostrar su rechazo a la visita del príncipe saudí, que aterrizó en el país tras pasar por los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto, destinos donde fue agasajado y mimado. Esta gira, que culminará en la cumbre del G20 en Argentina, está marcada por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, crimen del que Bin Salman (conocido por sus iniciales, MBS) es sospechoso de haberlo ordenado. Las calles de Túnez gritaron «¡el asesino no es bienvenido!» o «¡vergüenza para nuestros gobernantes!» por aceptar esta visita del hombre más poderoso del país que dio asilo al dictador Zinedin Ben Alí cuando se vio forzado a huir de Túnez.

La Justicia saudí eximió de toda culpa a MBS, pero el caso sigue lejos de aclarase y el cuerpo del colaborador de The Washington Post sigue sin aparecer. El último lugar registrado por la Policía turca fue una mansión de «un amigo cercano» del príncipe.

El heredero salió de Riad para alejarse de la polémica, pero en Túnez se encontró con una respuesta a la que no está acostumbrado. El lunes el Sindicato de Periodistas organizó la primera movilización y descubrió un gran mural en el que se ve una foto de MBS con una sierra en la mano, el arma que usaron los agentes de su país, según las filtraciones publicadas, para descuartizar el cuerpo del periodista crítico con la casa real. En la parte inferior se podía leer: «No a la contaminación de la revolución tunecina».

Túnez era un estrecho aliado de Riad hasta el 2011, pero desde la caída del régimen de Ben Alí los Hermanos Musulmanes han ganado peso en la escena política y se ha producido un giro hacia Turquía o Catar. El malestar en las calles llevó a las autoridades locales a organizar una visita de bajo perfil y sin rueda de prensa. Nada que ver con la anterior parada del príncipe saudí en Egipto, donde el general Abdelfatah al Sisi puso toda la maquinaria mediática al servicio de una persona a la que calificó de «imprescindible» para la seguridad nacional. Egipto y Arabia Saudí se han convertido en los dos principales aliados de Israel en una región en la que su objetivo común es frenar la expansión de su principal enemigo: Irán.