Bruselas pulsa el botón para castigar a Italia por sus presupuestos delirantes

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

GIUSEPPE LAMI | Efe

Salvini se burla de la Comisión: «¡También espero la carta de Papá Noel!»

22 nov 2018 . Actualizado a las 07:49 h.

Impacto negativo en el crecimiento, merma de la confianza, nula reducción de la deuda, aumento de los tipos de interés de los bonos públicos y contracción del crédito a las empresas y familias. Es el escenario de terror que pintó este miércoles la Comisión Europea para Italia si el Gobierno populista de Giuseppe Conte se niega a rectificar sus delirantes presupuestos.

El Ejecutivo italiano cumplió su amenaza de disparar el gasto, a pesar de las llamadas de alerta de Bruselas. El equipo del comisario de Economía, Pierre Moscovici, certificó este miércoles que el país alpino está en situación de «infracción seria». Exige cambios a Roma y pide a los Veintisiete que inicien el procedimiento por déficit excesivo contra el país, paso previo a la imposición de sanciones, que podrían alcanzar los 3.500 millones de euros.

«El paso que damos hoy es consecuencia lógica e inevitable de la decisión del Gobierno italiano de no modificar sus objetivos presupuestarios», explicó Moscovici antes de enumerar las dudas de su equipo. Nadie sabe de dónde sale la abultada cifra de crecimiento de Italia, ni quién pagará los gastos extraordinarios que recoge el plan: «Seguimos convencidos de que es un riesgo para la economía italiana, sus empresas y sus ahorradores», sostuvo.

El ministro italiano de Economía, Giovanni Tria, acusó a Bruselas de estar provocando tensiones con sus proclamas: «Creo que dramatizar el desacuerdo entre Italia y la Comisión perjudica a la economía italiana y, en consecuencia, a la economía europea», indicó en un comunicado. Quien se lo tomó a risa fue el ministro del Interior, Matteo Salvini. El líder ultra de la Liga despreció la advertencia de las autoridades europeas y se burló de las cartas remitidas por la Comisión para exigir rectificaciones: «¡También espero la carta de Papá Noel!», apuntó con sarcasmo.

El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, descartó que el pulso del Gobierno populista italiano, conformado por la ultraderechista Liga y el antisistema Movimiento Cinco Estrellas, vaya a tener un efecto contagio en países vecinos como España. «La eurozona ahora tiene herramientas suficientes para atender a posibles choques. Hasta ahora ha habido pocos efectos colaterales de contaminación en otros países de la eurozona», sostuvo el letón, quien se mostró especialmente duro con las falsas promesas y la deslealtad del Ejecutivo de Conte. «Todos los países están en el mismo barco y deben jugar con las mismas reglas. No sabemos cómo perpetuar esta situación de vulnerabilidad podría mejorar su soberanía económica. Esto significará más austeridad para el futuro», les recordó.

El enfado de Tajani

Quien no contuvo su enfado fue el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. El cofundador, junto a Berlusconi, de Forza Italia dejó a un lado la neutralidad partidista que le exige el cargo para cargar contra la coalición que gobierna Italia y reclamar la formación de un nuevo Ejecutivo si el equipo de Conte se niega a rehacer las cuentas. «Si no lo hacen, será indispensable cambiar de Gobierno y dar vida a una nueva mayoría que combata el desempleo y favorezca el crecimiento, reduciendo la presión fiscal y ayudando a las empresas a contratar jóvenes», sostuvo.

Dentro de dos semanas, los países miembro deberán ratificar la opinión de la Comisión para arrancar un proceso sancionador que podría servir de gasolina para las fuerzas populistas de cara a las elecciones europeas de mayo del 2019.