Una turba ahorca a un hombre en una plaza de Bolivia

La Voz EFE

INTERNACIONAL

Captura de un vídeo emitido por Noticias Bolivisión
Captura de un vídeo emitido por Noticias Bolivisión

El fallecido es un brasileño que, supuestamente, había ido a cobrar una deuda a una pareja

21 nov 2018 . Actualizado a las 11:09 h.

Este lunes se vivió en Bolivia uno de los últimos linchamientos de los que se tiene constancia, una práctica que crece a nivel mundial y que se está convirtiendo en algunos países en un auténtico desafío. 

Ese último caso tuvo lugar en plena plaza del municipio boliviano de San Julián donde una multitud pegó y ahorcó, sin que la polícia que acudió al lugar pudiera evitarlo, a una brasileño que, supuestamente, intentaba cobrar una deuda a una pareja de bolivianos.

Todo sucedió cuando los vecinos del enclave se acercaron al lugar ante los gritos de una mujer que pedía ayuda y que asegura que ella y su esposo estaban siendo víctimas de un asalto, según aclaró el comandante de la Policía Boliviana, Alfonso Siles, en una información recogida por Efe.

«Los vecinos se constituyen y proceden a la aprehensión del brasileño y empiezan a golpearlo, amarrarlo e interrogarlo», relató Siles. Un vídeo que circula por redes sociales muestra al brasileño asegurando a los vecinos que se había acercado a la pareja para cobrar una deuda.

Siles sostuvo que al contar con dos versiones diferentes, se realizará la investigación para conocer si se trató de un problema de pago o un asalto.

El comandante aclaró que la Policía había llegado al lugar media hora antes de que le quitaran la vida al hombre para tratar de impedir su ejecución, pero centenares de los congregados amenazaron a la fuerza policial.

El hombre murió ahorcado en un árbol en plena plaza central y la Policía, incluso, tuvo que negociar con los presentes para poder sacar el cuerpo y llevarlo a la morgue.

En este municipio, aclara Efe, no había presencia de agentes al haber sido quemadas hace tres semanas las instalaciones de la Policía durante una protesta.

Quienes cometen esta clase de linchamientos alegan que actúan en nombre de la «justicia comunitaria», reconocida en la Constitución boliviana promulgada en el 2009, pero las autoridades han explicado varias veces que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni lo que llega a ser una pena de muerte de facto.