Bruselas se plantea prolongar dos años, hasta el 2022, la transición del «brexit»

Íñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Dominic Raab
Dominic Raab HANDOUT | reuters

Dominic Raab dice que dimitió porque fue engañado en la última negociación

19 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras en el Reino Unido prosigue la polémica por los términos del brexit y el acoso a la primera ministra, Theresa May, que se juega su futuro durante la semana entrante, desde Bruselas se abre una puerta a que el período de transición hasta la marcha definitiva de la UE de los británicos se prolongue dos años más allá de lo previsto, hasta finales del 2022. Fuentes diplomáticas informaron ayer de que esta propuesta, planteada por Michel Barnier, negociador de la UE para el brexit, ha sido bien acogida por los embajadores de los 27, reunidos ayer en Bruselas, pero que deberá ser aprobada en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará el próximo domingo para ratificar el acuerdo preliminar alcanzado entre Londres y la UE.

Un acuerdo que está en entredicho en el Reino Unido. Dominic Raab, el ministro para el brexit que dimitió el jueves pasado, tras la publicación del acuerdo, afirma en una entrevista publicada ayer por The Sunday Times que fue engañado en las últimas horas de la negociación. Descubrió el martes por la mañana que habían introducido en el documento final una cláusula que no estaba antes. The Sunday Times no da la cita literal de las palabras del exministro, pero describe que el texto «incluía una cláusula que significaba que su salvaguardia -que mantendría al Reino Unido en una unión aduanera con la UE- sería la base de una futura relación, más que el acuerdo de libre comercio que él [Raab] defendía». Raab, cuya dimisión desencadenó un frenesí brexiter para derribar a Theresa May, afirma en la entrevista que no sabe quién perpetró el engaño. Rechaza tajantemente sumarse a los ya 25 diputados tories que han firmado cartas pidiendo la elección de nuevo líder y dice que apoya a May, por quien siente «un gran respeto», pero que debe cambiar de dirección.

El único párrafo en los dos documentos publicados por los negociadores que contiene algo parecido a lo descrito es el segundo, bajo el epígrafe «Bienes», en la parte segunda, «Asociación Económica», en el documento de siete páginas titulado Esbozo de la declaración política que describe la estructura de la futura relación entre la Unión Europea y el Reino Unido. Tras mencionar en un primer párrafo la aspiración de crear un área de libre comercio, la describe en el segundo en estos términos: «Aranceles cero, sin gastos, cargas o restricciones cuantitativas en todos los sectores, con ambiciosos acuerdos aduaneros levantados sobre la unión aduanera provista por el acuerdo de retirada, y respetando el orden legal de las partes». Si este es el párrafo, Raab se habría indignado, porque se da más o menos por descontado que la futura relación comercial ampliará la unión aduanera, dejando el brexit en un limbo sin sentido. Pero ese papel es un boceto, su contenido final se negocia esta semana, la declaración política no tendrá fuerza legal y Raab no lo mencionó en su dimisión.

Davis: aún se puede renegociar

Raab no señala a nadie como posible autor de la trampa, aunque el texto del párrafo que cita coincide con unas palabras que escandalizaron el miércoles, atribuidas a Sabine Weyand, segunda de Michel Barnier, el negociador jefe de la Unión Europea.

David Davis, el anterior ministro para el brexit, también se marchó del Gobierno cuando se sintió engañado. Y ahora no pierde un momento para decir que es posible renegociar el acuerdo en tres meses. La estrategia es derrotar el acuerdo actual en el Parlamento, ir a Bruselas con la oferta de un tratado de libre comercio como el firmado con Canadá, pero mejorado, y resolver la frontera de Irlanda con tecnología. Y si la comisión dice que no negocia, brexit sin acuerdo. En una situación crítica quizás sumaría suficientes partidarios. Por ejemplo, en una segunda votación de los Comunes, tras una sacudida bursátil por el rechazo parlamentario al acuerdo de May.