Los empresarios exigen a May otro referendo para evitar un «brexit» duro

RITA Á. TUDELA LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Toby Melville | Reuters

Entre los impulsores de la plataforma están los dueños de Marks & Spencer o Sainsbury

05 nov 2018 . Actualizado a las 08:02 h.

Más de setenta empresarios británicos ofrecieron ayer su total respaldo a que haya una votación popular sobre el acuerdo final que consiga la primera ministra, Theresa May, para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y advirtieron que ella está llevando al país hacia «un brexit duro y destructivo».

Empresas a Favor de un Voto Popular es una campaña que será presentada esta semana en la capital británica y que cuenta ya con más de 70 empresarios que la respaldan, entre ellos el exministro de Hacienda y presidente de Marks & Spencer Paul Myners, la cofundadora de Lastminute.com Baroness Lane-Fox y el exjefe de los supermercados Sainsbury Justin King.

En una carta abierta publicada por el diario The Sunday Times, exponen que a la comunidad empresarial se le prometió que, si el país votaba a favor del brexit, continuaría habiendo «un comercio sin fricciones con la UE y la certeza de las relaciones futuras que se necesitan».

Los empresarios creen que, a pesar de los esfuerzos de la primera ministra británica, las propuestas que están debatiendo Londres y la Comisión Europea están muy lejos de esto y no son tan buenas como el acuerdo actual que tiene el Reino Unido dentro de la UE. Sobre la mesa también exponen que el plan de May para ofrecer una futura relación comercial sin fricciones, tal y como fue acordado por los miembros del Gabinete en la reunión de Chequers en julio, ha sido rechazado en repetidas ocasiones por los líderes de la UE, lo que alimenta los temores a un brexit sin acuerdo en marzo.

Las figuras del mundo empresarial resaltan que la incertidumbre de los últimos dos años «ya ha provocado una caída en la inversión», lo que hará que el país «sea más pobre», pero además advierten que una salida dura será mala para los negocios y los trabajadores. 

Punto de encuentro sobre Irlanda

Por el momento, parece que May trabaja para conseguir un «acuerdo secreto» para evitar una frontera irlandesa dura como parte del acuerdo final con Bruselas. Según la prensa británica, la primera ministra ha obtenido concesiones de Bruselas para mantener todo el Reino Unido en una unión aduanera después del brexit, evitando la creación de una frontera dura con Irlanda.

Este posible acuerdo evitaría que Irlanda del Norte sea tratada de manera diferente al resto del Reino Unido y también incluirá una «cláusula de salida» diseñada para convencer a los defensores del brexit de que la permanencia en la unión aduanera será solo temporal.

La frontera irlandesa es el mayor obstáculo para un acuerdo final entre Londres y Bruselas. Si bien ambas partes prometen no restablecer una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte por temor a desestabilizar el actual acuerdo de paz, no consiguen mover ficha y llegar a una solución efectiva que convenza a las dos partes.

En el pacto que están estudiando, la UE aceptaría que los controles regulatorios de los bienes se puedan realizar en fábricas y tiendas en lugar de en la frontera y mantiene abierta la posibilidad de que el Reino Unido garantice un futuro acuerdo de libre comercio similar al firmado entre Canadá y la UE en el 2016.

El millonario que pagó la campaña del «Leave» niega haber recibido dinero de Rusia

El empresario Arron Banks fue desafiado a que explique de dónde proviene el dinero que donó para financiar la campaña del brexit, ante las afirmaciones que apuntan a que su empresa no fue la «verdadera fuente» de los ocho millones de libras que concedió a la campaña «Leave EU» en el 2016.

Banks se defendió diciendo que el dinero provenía de sus negocios en el Reino Unido, pero muchos creen que el dinero en realidad proviene de fuentes rusas. «No hubo dinero ruso ni interferencias de ningún tipo. Quiero ser absolutamente claro al respecto», dijo. Entre sus cambios de ideas figura también la confesión de que hoy, visto lo ocurrido, votaría no la ruptura.

La Comisión Electoral remitió el caso a la Agencia Nacional de Delitos, que estudia si el magnate de seguros, amigo íntimo de Nigel Farage, cometió delitos penales o si donó dinero procedente de su empresa Rock Services.