«Sé que no soy el más capacitado, pero Dios prepara a los escogidos», asegura Bolsonaro en su primer acto

Miguel Piñeiro Rodríguez
MIGUEL PIÑEIRO BRASILIA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Bolsonaro y el pastor evangélico Silas Malafaia
Bolsonaro y el pastor evangélico Silas Malafaia Alexandre Cassiano | efe

Los evangélicos, con 180 diputados, exigen el fin de los ministerios de Cultura y Ciencia

01 nov 2018 . Actualizado a las 08:48 h.

En la noche del martes, el presidente electo de Brasil Jair Messias Bolsonaro acudió al culto de la Assembleia de Deus Vitória en Cristo. Allí, ante decenas de fieles presentes y miles alcanzados por medios afines a la iglesia evangélica, el capitán en la reserva realizó su primer acto público tras las elecciones y recordó una frase repetida ya en la campaña: «Estoy seguro de que no soy el más capacitado, pero Dios se encarga de preparar a los elegidos». La afirmación de Bolsonaro es coherente con su idea de que Brasil vive una «profunda crisis moral, ética y económica» (no parece que el orden de los factores sea casualidad), y que se alinea con mensajes de futuros ministros y colaboradores clave de su Gobierno.

Bolsonaro emitió ese mensaje al lado de la cabeza visible de la Assembleia de Deus, el pastor Silas Malafaia, quien ofició su tercer y actual matrimonio. No parece que el presidente tenga dudas de la ética y moral del pastor, acusado de lavado de dinero. Sí tiene dudas Bolsonaro de que la sociedad esté regida por los valores adecuados. En ese sentido, el Frente Parlamentar Evangélico, que agrupa a diputados que esta legislatura ocuparán 180 escaños en la Cámara, pidió «modernizar el Estado» y una revolución en la educación. Entre otras medidas, los diputados que forman la base más sólida de apoyo a Bolsonaro piden eliminar los ministerios de Cultura y de Ciencia y Tecnología. Pero sus peticiones estelares van en la dirección de las escuelas: eliminar lo que llaman ideología de género que, según ellos, fomenta la homosexualidad, el aborto y amenaza a las familias tradicionales, acabar con el «adoctrinamiento marxista» e instaurar una institución que vigile la «enseñanza moral».

El casi con toda seguridad nuevo ministro de Defensa, el general Augusto Heleno (Bolsonaro, capitán en la reserva, mandará en su Gobierno sobre al menos dos generales), está de acuerdo en la crisis de valores que vive Brasil, hasta el punto de considerar que los derechos humanos se están aplicando mal en el país. «Los direitos humanos deberían ser para los humanos direitos (rectos), y eso muchas veces no ha sucedido», dijo Heleno. El militar se refirió a la inversión de esos valores en el contexto de la lucha contra el crimen en Brasil. Bolsonaro ya ha dicho que eliminará toda ayuda a oenegés que luchen por los derechos civiles.