Perú envía a la cárcel a Keiko Fujimori por el caso Odebrecht

La Voz LIMA / AFP

INTERNACIONAL

HO | afp

Amenaza su aspiración de ser de nuevo candidata presidencial en el 2021

01 nov 2018 . Actualizado a las 01:55 h.

La justicia peruana envió ayer a prisión preventiva a la líder opositora Keiko Fujimori, acusada de recibir aportes ilegales de la brasileña Odebrecht, lo que amenaza su aspiración de ser de nuevo candidata presidencial en el 2021.

El juez Richard Concepción Carhuancho impuso prisión preventiva de 36 meses a la primogénita del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), cuyo partido controla el Congreso pero que está sumido en una crisis interna. «La única medida en su caso es la prisión preventiva», pues ha interferido en los poderes del Estado, como el Congreso, y ha intentado obstruir a la Justicia, dijo el magistrado, quien la acusa también de lavado de dinero al recibir 1,2 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht.

El juez dictó orden de detención inmediata contra Keiko, de 43 años, quien se despidió entre lágrimas de su marido, conducida por la policía. El magistrado indicó que existía la «sospecha grave» de que Keiko dirigía una «organización criminal de facto que se ha enquistado dentro del partido» fujimorista.

El juez dijo que esa «organización criminal» integrada por 13 personas tomaba todas las decisiones en el partido, «por encima del comité político» y del grupo parlamentario. La meta era «cometer delitos de corrupción», expresó Carhuancho. El juez no debía pronunciarse sobre el fondo de la acusación, sino solo decidir si correspondía enviar a prisión a Keiko.

El juez tardó casi ocho horas en fundamentar su fallo, aduciendo que el Constitucional fijó «un estándar mucho más exigente» para la prisión preventiva cuando en junio liberó al expresidente Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa. Los Humala eran los únicos políticos peruanos que, antes de Keiko, estuvieron presos (9 meses) por el caso Odebrecht.

Guerra familiar

Keiko libra además una guerra fratricida con su hermano Kenji, de 38 años, quien puede ser el gran beneficiado con este fallo en la lucha por el control del partido. En tanto, el patriarca del clan Fujimori, de 80 años, está internado en una clínica en calidad de detenido desde que la Justicia peruana anuló su criticado indulto.