La UE comunica a los Estados los planes de contingencia para un «brexit» sin acuerdo

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El negociador europeo Michel Barnier
El negociador europeo Michel Barnier EMMANUEL DUNAND

Barnier renuncia a ser candidato en las elecciones europeas para seguir pilotando las negociaciones con el Reino Unido

29 sep 2018 . Actualizado a las 09:20 h.

«Estamos preparados para cualquier escenario», insiste de forma repetitiva la Comisión Europea. La cantinela intenta apaciguar los ánimos y mantener la calma mientras sus fontaneros preparan el gran plan de choque para la salida abrupta del Reino Unido. Lo que para el ojo público es una hipótesis de trabajo, en los cuarteles de Bruselas es casi un hecho después del fracaso de la cumbre de Salzburgo, que se saldó con el rechazo del plan de Chequers de la primera ministra británica, Theresa May.

El equipo de Jean Claude Juncker quiere evitar cualquier escenario de pánico o caos en las fronteras europeas si finalmente se consuma un brexit sin acuerdo. Nada de atascos kilométricos en los puertos y carreteras, cierre de espacios aéreos o expulsiones de ciudadanos a uno y otro lado del Canal de la Mancha. La Comisión trabaja ya en un programa de contingencia para el día posterior a la salida británica (29 marzo del 2019) aunque lo guarda bajo llave. No quiere revelar ningún detalle que pueda rebajar la presión sobre Londres.

Así se lo hizo saber a los Estados miembro este miércoles en una reunión con los 27 embajadores permanentes ante la UE. Las cancillerías europeas tienen en sus manos una hoja de ruta con posibles medidas para amortiguar el impacto inmediato del divorcio en el tejido industrial, las cadenas de suministro, los servicios financieros y los derechos ciudadanos. En algunos casos, los gobiernos podrían adoptar medidas legislativas en plazos extremadamente cortos (de días) para reaccionar con más agilidad al estrés posterior a la salida Está previsto que estas labores de contención de daños se ejecuten de forma coordinada en la UE. Las medidas legislativas unilaterales pueden poner en riesgo la eficacia del plan de choque.

Los preparativos siguen su curso tras el velo comunitario. Nadie quiere revelar a May qué se está pergeñando en la capital comunitaria. El único organismo de la UE que está coordinando labores con los británicos es el Banco Central Europeo (BCE). «Hemos creado un grupo de trabajo con el Banco de Inglaterra para analizar la negociación. Por lo que parece, su impacto agregado no será muy relevante», trató de tranquilizar su presidente, Mario Draghi.

Las palabras del italiano contrastan con las del vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, quien ha admitido que los británicos no han calibrado bien el daño que puede provocar a su economía el brexit duro.

Renuncia

El negociador europeo, Michel Barnier, trabaja a contrarreloj para evitar el temido precipicio si el divorcio acaba en sainete el próximo mes de marzo. Su nombre sonaba en las quinielas para ser el candidato del Partido Popular Europeo (PPE) en las elecciones europeas de mayo del 2019, pero el francés comunicó ayer por carta a sus compañeros de filas la «difícil decisión» de no concurrir a la carrera por abanderar a los conservadores. Por ahora solo se ha postulado el líder del partido en la Eurocámara, Manfred Weber.

«Estamos en la última recta final de una negociación dramática y compleja sobre la salida ordenada del Reino Unido. Es mi deber seguir a bordo, con toda mi energía y mi determinación. Debo este respeto a cada uno de los 27 Estados miembro, a todos los ciudadanos, a las empresas y a los colectivos que están inquietos por las consecuencias del brexit», explicó. El futuro de Barnier seguirá ligado al del divorcio hasta que se agote la cuenta atrás.

Johnson reclama un tratado similar al de Canadá

Otra vuelta de tuerca para apretar más a Theresa May. Boris Johnson lanzó ayer un fuerte ataque contra la primera ministra a dos días de que empiece un congreso del Partido Conservador en el que esta se juega el poco crédito que le queda. En un artículo que publicó el Daily Telegraph, el exministro de Exteriores presentó su propio plan para la salida del Reino Unido de la UE tras afirmar que las propuestas de la premier, conocidas como el plan Chequers, representan una «humillación moral e intelectual» así como un «desastre democrático».

La propuesta, rechazada en la última cumbre europea en Salzburgo, prevé la creación de una zona de libre comercio entre el Reino Unido y la UE para mercancías pero no para servicios ni personas. Por contraposición, Johnson urge a buscar un acuerdo con Bruselas similar al acuerdo de libre comercio firmado recientemente entre la UE y Canadá.

El también ex alcalde de Londres, que consideró las negociaciones lideradas por May un «fracaso colectivo del Gobierno para cumplir el mandato del pueblo», recibió el apoyo del influyente diputado Jacob Rees-mogg, del ala derecha del partido, quien anunció esta semana que su grupo de defensores de un brexit duro votarán en los Comunes contra el plan Chequers si no se introducen cambios sustanciales en el proyecto.