May se revuelve contra la UE y le exige que presente una alternativa a su plan

íñigo gurruchaga LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

PETER NICHOLLS | Reuters

Donald Tusk revela que la primera ministra fue dura e intransigente en Salzburgo

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera ministra británica, Theresa May, afirmó ayer en el Parlamento que la Comisión Europea debe presentar las objeciones a su propuesta para la relación futura entre la UE y Reino Unido porque «no es aceptable que, en este momento tardío de las negociaciones, simplemente rechace las propuestas de la otra parte sin una explicación detallada y propuestas alternativas». May, que consideró que las conversaciones están ahora «en un callejón sin salida», hizo la declaración en los Comunes después de que la cumbre informal en Salzburgo se saldase, el jueves, con lo que la mayoría de los medios británicos describen como una humillación a la líder conservadora, y en un momento, además, en el que crece el pesimismo sobre la viabilidad del complejo mecanismo propuesto por Londres para preservar el comercio de bienes sin restricciones aduaneras.

Fuentes del Gobierno británico afirmaban la pasada semana que las dos partes habían abandonado la idea de presentar en Salzburgo las modificaciones que han elaborado para resolver el apartado pendiente del acuerdo de retirada -la frontera de Irlanda-, que está vinculado inevitablemente a la declaración política en la que se describirían las líneas de la futura relación comercial y de seguridad. Si esa información fuese cierta, lo ocurrido en la cumbre podría interpretarse como una maniobra negociadora en una estrategia que, por ambas partes, parece confiar en que la otra parte cederá antes de provocar una ruptura y el consiguiente desorden, al menos temporal, en puertos y puestos fronterizos.

Pero esa versión ha empezado a hacer aguas en los mercados y entre la oposición. La libra, que ya retrocedía frente al dólar y el euro, aumentó bruscamente sus pérdidas tras el discurso de May. Según Craig Erlam, analista de la firma Oanda, la caída indica que los mercados creen cada vez más probable una separación sin acuerdo, que tendría un elevado coste para la economía británica según el FMI.

El pesimismo sobre las propuestas de Londres se adueña del Reino Unido Atrapada entre la exigencia de mayores concesiones por parte de la UE y el rechazo de estas por buena parte de su partido, ante el que no puede presentarse vencida por Bruselas en la convención anual que celebrará la semana que viene, May tuvo que soportar ayer el chaparrón de la oposición. El líder laborista, Jeremy Corbyn, declaró que «salir sin un acuerdo no es una opción». «Desde el primer día, la primera ministra ha parecido incapaz de lograr un buen acuerdo para el Reino Unido». A su juicio, la estrategia del Gobierno ha resultado «un desastre» y los tories han pasado «más tiempo discutiendo entre ellos que negociando con la UE». Su compañero de filas, el alcalde de Londres, argumentó que «May abordó la negociación de forma caótica y confusa». «Cargarle el muerto a la UE para salvar su pellejo no funcionará», sentenció.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, recogió el guante lanzado por May y, pocas horas después de que ella hablara, afirmó que «aún es posible» que la UE y el Reino Unido logren «un compromiso bueno para todos». Tusk, que afirmó hablar como un «verdadero admirador» de May, señaló que los líderes europeos «estudiaron las propuestas de Chequers con toda seriedad». Reveló que los resultados del análisis eran conocidos con todo detalle para el lado británico desde hace semanas y desveló que la propuesta formulada en Salzburgo por la contraparte británica fue «sorprendentemente dura y, de hecho, intransigente».

El diagnóstico de la prensa inglesa: una «premier» humillada, apaleada y herida

Si no hubiera sido suficiente varapalo el portazo a Chequers con que le dieron en las narices los líderes europeos en Salzburgo, la primera ministra tuvo que digerir ayer los titulares de la siempre punzante prensa británica. «May humillada. Los líderes europeos le dicen que su plan para el brexit no funcionará», abría su portada The Guardian. «Humillación para May, la UE rechaza el plan para el brexit», insistía con el mismo enfoque The Times. Otros medios hablaban gráficamente del «desastre de Salzburgo».

Especialmente duro fue el editorial publicado por The Financial Times, que achacó lo ocurrido en la cumbre informal a errores de la diplomacia británica, que predispusieron en contra a los jefes de Estado y primeros ministros. Entre ellos, cita pedir la cabeza del negociador europeo, Michel Barnier, en los encuentros que mantuvo Londres con líderes nacionales o la entrevista que la primera ministra concedió a un periódico alemán en la que, en un tono entre amenazante y arrogante, aseguraba que Europa no tenía otro remedio que ceder porque no había alternativa a su plan de negociación.

El periódico sostiene que lo ocurrido supone un descenso a la realidad que deja ver que los negociadores británicos no supieron medir su fuerza, ni leer correctamente los mensajes enviados desde Bruselas.

«Ratas sucias»

Por fortuna para ella, no todo fueron críticas para la jefa tory. La prensa euroescéptica, que inclinó el resultado del referendo en el 2016, salió al rescate de la primera ministra como prueba que The Sun presentase a Tusk y Macron en su portada caracterizados como pistoleros, metralleta en mano, y calificándolos como «ratas sucias de la UE» culpables de «tender una emboscada» a May. «Tenemos ganas de liberarnos de estos maleantes que dirigen la Unión Europea», escribía el diario erigido en defensor de la primera ministra: «Se negó a alejarse de las líneas rojas fijadas por Reino Unido y tuvo totalmente razón».

El Daily Mail y el Daily Express lanzaron, por su parte, una advertencia a la UE, retomando las amenazas de May, que prevé que su país pueda salir de la UE el 29 de marzo del 2019 sin un acuerdo con Bruselas. Según el Daily Telegraph, la inquilina de Downing Street está «apaleada» y «herida», pero sigue mostrando una «actitud valiente».

La «provocación» de Tusk

cristina porteiro

«¿Un trozo de tarta, quizá? Lo siento, no hay cerezas», lamenta en tono burlón el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, mientras ofrece un surtido de pasteles a la premier, Theresa May. La instantánea, subida por el polaco a Instagram, fue tomada en Salzburgo (Austria) durante la cumbre de líderes de la UE. «No habrá picoteo, no puedes escoger solo lo que más te interesa», es el mensaje que, envuelto en retranca, le lanza Tusk a May mientras la británica observa los dulces. La expresión anglófona hace referencia al famoso cherrypicking, la acción de utilizar solo ciertos datos para defender o sostener una postura interesada. El término se puede emplear en otros contextos, como el de las negociaciones. El responsable europeo para el brexit, Michel Barnier, recuerda a menudo al gobierno británico que no puede escoger lo que más le interese de la UE (mercado interior) desdeñando otras facetas como la libertad de movimiento.

La imagen, cargada de ironía y sarcasmo, ha desatado la ira de los británicos, quienes acusan al polaco de provocar al Reino Unido regocijándose en el fracaso de las negociaciones. May intentó sumarse al carro de la indignación pidiendo «respeto» para su país.