Corea del Norte se compromete a rebajar su amenaza nuclear

Zigor Aldama SHANGHÁI / COLPISA

INTERNACIONAL

HANDOUT | Reuters

El paso está condicionado a que EE.UU. dé otros recíprocos

20 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Justo cuando la tercera cumbre intercoreana parecía que se iba a quedar en un catálogo de sonrisas y de abrazos, ayer Kim Jong-un y Moon Jae-in sorprendieron con varios avances en la cuestión más peliaguda: la desnuclearización de Corea del Norte. En una revelación inesperada, Kim anunció que está dispuesto a desmantelar permanentemente las instalaciones en las que se prueban los motores de los misiles balísticos intercontinentales y también la plataforma de lanzamiento de estos proyectiles, así como el complejo nuclear de Yongbyon. Además, aceptará hacerlo bajo la supervisión de observadores internacionales.

Pero el suyo no es un gesto incondicional. Esos pasos hacia la paz están condicionados a que Estados Unidos dé otros recíprocos. Piongyang exige a Washington que ofrezca garantías creíbles de que no hostigará al régimen comunista, algo a lo que Donald Trump también se comprometió durante la histórica reunión con Kim en Singapur el pasado 12 de junio. En cualquier caso, ayer el líder norcoreano no dio más detalles sobre qué condiciones tiene que cumplir la superpotencia americana para que él inicie el proceso de desnuclearización.

Visita a Seúl

Lo que sí dejaron claro los dos dirigentes es que Kim tiene intención de visitar Seúl, algo inédito, y Moon añadió que esa visita se producirá este año. Además, acordaron presentar una candidatura conjunta para organizar los Juegos Olímpicos del 2032, y continuar estrechando lazos comerciales y económicos. Para eso último será vital la reapertura de los enlaces ferroviarios y de carreteras, así como la puesta en marcha del polígono industrial conjunto de Kaesong, que fue clausurado en el 2016 tras un aumento de la tensión entre los dos países divididos por el paralelo 38. «Norte y Sur se comprometen a crear en la península coreana un lugar de paz libre de amenazas y de armas nucleares, y a progresar rápidamente para alcanzar este fin», afirmaron los dos mandatarios en un comunicado conjunto. Además, como subrayó la agencia Yonhap, Kim se ha mostrado sorprendentemente humilde durante la visita de Moon. Primero se disculpó porque la residencia en la que se aloja el presidente surcoreano podría parecerle «un poco cutre» si se compara con otras en las que descansa por el mundo, y, luego, después de mostrarse admirado por el tren de alta velocidad surcoreano, admitió que «mostrar el norte a la gente del sur resultaría embarazoso». Así que, ahora, la pelota está en el tejado de Trump, que ayer se limitó a comunicar su satisfacción. Tendrá que hacer bastante más si quiere llevar a buen puerto las negociaciones que se avecinan.