Merkel pide la cabeza de su jefe de espías

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Michael Kappeler | DPA

La canciller cree que Hans-Georg Maassen se inmiscuyó en asuntos políticos al minimizar las protestas de los ultras xenófobos en Chemnitz y contradecirla

18 sep 2018 . Actualizado a las 07:17 h.

La última discusión en el interior del Gobierno alemán parece de momento resuelta. Al menos según el diario Die Welt, que remitiéndose a fuentes del Ejecutivo, adelantaba ayer la decisión de la canciller Angela Merkel de cesar al jefe de los servicios secretos de Interior, tras sus polémicas declaraciones minimizando el repunte de las protestas xenófobas en el este del país. La líder del Ejecutivo cumpliría así con la exigencia de sus socios minoritarios de la gran coalición, el SPD, y a cambio se alejaría de su partido hermano, la CSU bávara, que ha reiterado su apoyo a Hans-Georg Maassen.

De cumplirse el pronóstico del rotativo durante la reunión a tres bandas que tiene previsto mantener este martes Merkel con la líder de los socialdemócratas, Andrea Nahles, y el de los socialcristianos, Horst Seehofer, no será una cuestión de contentar a la primera y enfrentarse aún más con el segundo, sino más bien de un deber moral. Maassen no solo cuestionó la autenticidad de un vídeo que mostraba cómo un grupo de ultraderechistas perseguía e insultaba a extranjeros durante una de las marchas xenófobas que se celebraron en la localidad de Chemnitz, tras la muerte de un alemán supuestamente apuñalado por dos inmigrantes en el transcurso de una pelea. Además, el jefe de la inteligencia contradijo a la propia canciller, al negar que en esa ciudad del este se hubieran producido cacerías de refugiados.

El pasado miércoles, Maassen se vio obligado a matizar sus declaraciones ante dos comisiones parlamentarias. No obstante, Merkel considera que no es sostenible en el cargo al haberse inmiscuido en la agenda política, agrega Die Welt, que asegura que la canciller ya ha comunicado por teléfono su decisión a destacados miembros de su gabinete. No cabe duda de que la figura del jefe de la inteligencia germana ha quedado en entredicho tras su actuación.

Tesis doctoral

El descrédito aumentó después de que el canal público ARD publicara que filtró fragmentos del informe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, como se conoce en Alemania a los servicios secretos de Interior, a la formación ultraderechista AfD. Por si fuera poco, el fin de semana Der Spiegel reveló que la tesis doctoral de Maassen versa sobre la inmigración descontrolada y habla literalmente de «abusos» legales por parte de los demandantes de asilo.

El único que le defiende es Seehofer, titular de Interior, un ministerio del que depende directamente la Oficina Federal para la Protección de la Constitución. No es de extrañar este respaldo, dado que el también líder de la CSU solo piensa en las elecciones que celebra su bastión, Baviera, el próximo 14 de octubre y en las que todo apunta a que la AfD le va a arrebatar a su partido la mayoría absoluta de la que goza desde tiempos inmemoriales en esa región. La marcha de Maassen podría darle munición a los ultraderechistas y debilitar la imagen de firmeza que intenta transmitir.

El portavoz de Seehofer se negó ayer a comentar la información de los medios, que amenaza con agravar la disputa que mantienen el ministro y Merkel en materia de inmigración. Cabe recordar que el pasado mes de junio el ministro amenazó a la canciller con romper la recién estrenada gran coalición si no endurecía el asilo y si no tomaba medidas para reducir el flujo de inmigrantes que están llegando al país.