Los «brexiters» intentan calmar los intentos entre sus filas de forzar la salida de May

Rita A. Tudela LONDRES / E. LA VOZ

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Para activar la votación debe estar apoyada por el 15 % de los diputados tories

13 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los principales defensores del brexit tratan de frenar el plan de unos cincuenta diputados conservadores para derrocar a la primera ministra Theresa May, alegando que, aunque el acuerdo de salida de la Unión Europea «necesita ser cambiado», siguen apoyando a la primera ministra británica.

Las discusiones sobre cómo y cuándo podrían forzar la dimisión de la premier tuvo lugar durante la reunión del conocido como Grupo de Investigación Europea (ERG, por sus siglas en inglés), celebrada la noche del martes en Westminster. En ella, fueron varias las voces que sostuvieron que May «tiene que irse», «es un desastre» y «esto no puede seguir así»,

Al frente del movimiento para someter a May a una votación de confianza está Steve Baker, que quiere poner de acuerdo al grupo para que envíen las cartas necesarias para exigir la consulta a Graham Brady, presidente del poderoso Comité 1922, que representa a los diputados conservadores sin cargo en el Gobierno. Para activar la votación debe estar apoyada por el 15 % de los diputados tories (48 de ellos en estos momentos).

Piden cautela

Baker, quien dimitió en julio como secretario de Estado del brexit por su desacuerdo con el plan gubernamental de Chequers, pidió ayer cautela a la hora de actuar por el miedo que hay en las filas conservadoras a que el laborista Jeremy Corbyn gane las próximas elecciones y forme «un gobierno laborista marxista».

En el pasado, el presidente del ERG, Jacob Rees-Mogg, frenó intentos similares, pero él y otros veteranos del partido decidieron ausentarse de la reunión del martes. En esa línea, el exministro del brexit David Davis dijo que piensa que «tenemos una muy buena» primera ministra, pese a que discrepa con ella en «un tema». Si finalmente se presentan las 48 cartas necesarias, Graham tiene que poner en marcha un voto de confianza entre los 315 diputados tories, que May debería ganar sin problemas. Los brexiters considera que, aunque pierdan la votación, esta dejaría tocado el liderazgo de Theresa May, como le sucedió a Margaret Thatcher en 1990.