Macron pierde a su ministro estrella

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

REUTERS | Stephane Mahe

El líder ecologista Nicolas Hulot anuncia en directo su marcha del Gobierno francés con una fuerte denuncia de los grupos de presión que obstaculizaban su labor

29 ago 2018 . Actualizado a las 08:10 h.

Si en su momento la incorporación al Gobierno francés del presentador de televisión y líder ecologista, Nicolas Hulot, se interpretó como una muestra del carisma de Emmanuel Macron, su marcha del Ejecutivo dando un portazo en directo se considera ahora una muesca más en el declive del presidente, cuando está a punto de empezar el nuevo curso político. Con un añadido no desdeñable. «He tomado la decisión de abandonar el Gobierno», comunicó en la emisora France Inter el aún ministro estrella alegando la falta de avances en materia medioambiental sin haber anunciado antes que tiraba la toalla ni a su presidente ni al primer ministro, Édouard Philippe.

En los círculos del poder actúan grupos de presión, se justificó Hulot. «No quiero seguir mintiendo. No quiero mantener la ilusión de que mi presencia en el Gobierno significa que estamos abordando esos retos», afirmó quien era hasta el momento una de las figuras más valoradas del Ejecutivo galo según todas las encuestas. Una de sus victorias más simbólicas fue conseguir que el Ejecutivo abandonara completamente la proyectada construcción de un gran aeropuerto en Nantes.

Macron reaccionó con frialdad a la noticia, que lo sorprendió en plena gira por países europeos defendiendo sus planes de reforma para la UE y que llega poco después de que lo golpease un escándalo relacionado con uno de sus guardaespaldas de confianza. «Es una decisión personal», se limitó a decir durante una visita de Estado a Copenhague. Hulot es un hombre libre. «Respeto su libertad», afirmó. El primer ministro francés, Édouard Philippe, señaló por su parte que en los próximos días presentará al presidente propuestas para cubrir la vacante. El portavoz del Gobierno, Benjamin Griveaus, lamentó la decisión de Hulot. «Habría preferido que se quedase», dijo por Twitter.

No les será fácil zanjar el debate que abre la marcha de Hulot en un área especialmente sensible para la opinión pública francesa. «Espero que mi marcha desencadene una profunda reflexión sobre la realidad de nuestro mundo», dijo el ministro díscolo en la emisora refiriéndose a los urgentes problemas medioambientales de Francia. «El planeta corre el riesgo de convertirse en un horno», aseguró. En el Gobierno, según explicó, quedó aislado y no dejó de «acumular decepciones». «¿Hemos empezado a reducir el uso de pesticidas?», se preguntó para responder acto seguido: no.

La gota que colmó el vaso, añadió, fue una reunión con representantes de cazadores que se produjo en el Elíseo el lunes con la presencia del representante de un grupo de presión que no había sido invitado. «¿Quién tiene el poder, quién gobierna?», se preguntó enfadado. Hulot volvió a condenar la energía atómica como una «locura inútil económica y técnicamente». Hasta ahora, más del 70 % de la producción de electricidad de Francia procede de centrales nucleares y a París le está resultando difícil transformar el modelo.