Italia carga contra la UE tras la falta de acuerdo para reubicar a los migrantes

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

GIOVANNI ISOLINO | afp

Di Maio amenaza con retirar su contribución mensual al presupuesto de la UE

25 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es la enésima demostración de que la Unión Europea no existe». El Gobierno italiano reaccionó así a la falta de un acuerdo para reubicar a los 150 inmigrantes de la patrullera Diciotti, atracada desde el lunes en Catania, en la reunión de ayer de los sherpas (técnicos) de doce países de la UE. «Ningún Estado miembro ha querido firmar un comunicado, también porque no se dan las bases para un acuerdo que defina una nueva línea sobre rescates, desembarcos y reubicación de inmigrantes», subrayaron fuentes del Ministerio de Interior, a cargo del ultraderechista Matteo Salvini. «Sacaremos consecuencias», advirtió el primer ministro, Giuseppe Conte, tras tachar de hipócritas a sus socios europeos.

Las amenazas del Ejecutivo populista de Roma ya habían comenzado antes de la cita de ayer en Bruselas para fijar un mecanismo estable para afrontar desembarcos de rescatados en el Mediterráneo como los del Diciotti. El vicepresidente y líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), Luigi De Maio, había amenazado a última hora del jueves con suspender el pago de 20.000 millones de euros como contribución mensual al presupuesto de la UE si en la reunión de Bruselas no se llegaba a un acuerdo. Ayer confirmó la amenaza ante la «humillación» padecida.

«No ayudan»

«Las amenazas no ayudan y no van a acercarnos más a una solución», respondió ayer el portavoz del Comisión Europea, Alexander Winterstein. Rechazó especular sobre las consecuencias prácticas de que Italia cumpla su amenaza y afirmó que es una «clara obligación legal» recogida en los tratados. En un intento por calmar los ánimos, en apoyo de la UE y contradiciendo a Di Mario, Enzo Moavero, titular de Exteriores (y exministro de Relaciones con la UE en el Gobierno de Monti), aseguró que «la contribución a la Unión Europea es un deber legal de sus miembros».

Italia es el tercer país contribuyente neto, después de Alemania y Francia, y aporta más de lo que recibe: casi 20.000 millones de euros frente a 14.000 millones a cambio.

Aunque era una reunión de «carácter técnico», como insistió en afirmar la Comisión Europea, se esperaba una solución a la crisis del Diciotti para rebajar tensiones con el Gobierno populista. En la mesa se sentaron representantes de Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Luxemburgo, Malta, Holanda, Portugal y España, así como Italia y Austria, país que lidera la línea dura y que este semestre ejerce la presidencia rotatoria de la UE. Entre los grandes ausentes, una vez más, el bloque antiinmigración de Visegrado (Polonia, República Checa, Polonia y Hungría).

Por si quedaba duda del apoyo de Austria a Italia, su canciller, Sebastian Kurz, aprovechó para vender una vez más que la solución pasa por cerrar las puertas a los migrantes: «Europa llega a sus límites cuando no existen fronteras exteriores que funcionen».

Mientras el otro bando, el antixenófobo, prosigue sus intentos de frenar en origen el flujo. La canciller Angela Merkel iniciará el próximo miércoles una gira que le llevará Senegal, Ghana y Nigeria con el objetivo de llegar a algún tipo de avance que permita reducir la llegada de migrantes hacia el Viejo Continente.

Denuncian una situación dramática a bordo del Diciotti

El senador italiano David Faraone, del opositor Partido Democrático (PD), denunció ayer que la situación de los 150 migrantes a bordo del Diciotti es dramática. «A pesar de los esfuerzos de la tripulación y el comandante, la situación es dramática», declaró a la agencia DPA.

Hace más de una semana, 190 migrantes fueron rescatados por el Diciotti. Trece de ellos, niños y mujeres embarazadas, pudieron desembarcar en Lampedusa, mientras que los restantes 177 fueron llevados al puerto siciliano de Catania. El miércoles, se permitió también el desembarco de 27 adolescentes. Sin embargo, Salvini insistió en que el resto de los inmigrantes tendrá que permanecer en el barco hasta que sean acogidos por otros países de la Unión Europea (UE).

La huelga de hambre iniciada por una veintena de inmigrantes en protesta por su situación irritó aún más al ministro ultraderechista. «Cinco millones de italianos viven en la pobreza extrema y sufren hambre sin que la prensa hable de ello», escribió en Twitter. «Para mí Italia está primero, luego el resto del mundo», añadió Matteo Salvini. ¿Hay jueces que quieren investigarme o arrestarme por eso? No hay problema, los espero», añadió.

El ministro de Interior dijo al diario Corriere della Sera que la solución a la crisis consiste en que «un bonito avión aterrice en el aeropuerto de Catania desde alguna de las capitales europeas» para recoger a los migrantes.

«Ratas de gimnasio»

Salvini se ha referido a los migrantes como «ilegales» y «ratas de gimnasio», dando a entender que no merecen el asilo. Faraone no están de acuerdo con él. El senador, que subió a bordo del barco el jueves, dijo que están apelotonadas en la cubierta del barco con tan solo baños químicos sin duchas. Únicamente cuentan con una lona para protegerse de la lluvia y el sol. El comisionado por los derechos de los detenidos, Mauro Palma, dijo que hasta el jueves los migrantes solo podían lavarse con el agua fría de una manguera. Les confiscaron los móviles, con lo que no pueden hablar con familiares y amigos. Todos estaban «gravemente desnutridos y deshidratados», y hay muchos que tienen sarna.

Palma escribió a los fiscales en Agrigento y Catania, que están investigando si los inmigrantes están siendo víctimas de crímenes de secuestro y arresto ilegal. «No vi ninguna rata de gimnasio en las tres horas que pasé a bordo», dijo Daniela De Robert, integrante de la oficina de Palma. «Sí vi gente agotada por condiciones muy difíciles», añadió.

Unos 130 proceden de Eritrea, diez de Comoras, seis de Bangladés, dos de Siria, uno de Somalia y uno de Egipto.

Hungría niega que haga pasar hambre a los refugiados y acusa a la red de Soros de mentir

El Gobierno húngaro desmintió ayer que hayan dejado de facilitar alimentos a los refugiados que esperan en la frontera con Serbia a que se tramiten sus peticiones de asilo, y acusó al millonario George Soros de lanzar una campaña de «mentiras».

«La red de Soros ha iniciado una nueva campaña mentirosa y difamatoria», afirmó el Ejecutivo de Víktor Orbán. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó que Hungría debe alimentar a los solicitantes de asilo que se encuentran en los centros de detención aunque sus peticiones hayan sido rechazadas, tras la denuncia interpuesta por el Comité Helsinki Húngaro y Human Rights Watch (HRW) contra el Gobierno. «Es una práctica inhumana y absolutamente ilegítima», denunció el comité, mientras que HRW calificó la práctica de «escandalosa» y «absurda».

EE.UU. ofrece ayuda a Roma para financiar la deuda pública del país

En su enfrentamiento con la Unión Europea, el Gobierno populista italiano no tiene reparos en buscar ayuda financiera entre uno que no ha ahorrado críticas a los Veintiocho: Donald Trump. El presidente de Estados Unidos aseguró al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que EE.UU. estaba preparado para ofrecer ayuda a Italia en la financiación de su deuda pública del 2019. El ofrecimiento se produjo en su reunión en la Casa Blanca celebrada a finales de julio, según desveló ayer el diario Il Corriere della Sera de tres fuentes de alto nivel sin identificar.

No obstante, Conte no habría precisado en qué consiste exactamente la oferta estadounidense y si tiene alguna posibilidad de materializarse, ya que Washington carece de un fondo de soberano para canalizar sus inversiones y no tiene el poder de coordinar inversiones de fondos o bancos del sector privado.

Italia tratará de colocar en el 2019 en los mercados unos 400.000 millones de euros. A medida que se acerca la fecha para la presentación del borrador presupuestario aumenta la presión sobre el Gobierno de coalición de la Liga y el M5E, particularmente después de confirmarse el éxodo de los inversores internacionales, que se deshicieron en junio de sus bonos italianos a un ritmo récord, informa EP.