Masashi Mizukami, embajador de Japón: «En política exterior, no veo mucha diferencia con el Gobierno de Sánchez»

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

INTERNACIONAL

PACO RODRÍGUEZ

El diplomático nipón, de visita privada en Galicia, se declara un gran admirador del Camino y de la gastronomía gallega

18 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No es la primera vez que el embajador Masashi Mizukami se echa a la carretera en Madrid para hacer una escapada a Galicia y comer buen pescado y marisco. Santiago, donde está hospedado unos días en visita privada, le gusta casi tanto como aquel Valladolid que conoció recién licenciado para aprender el idioma.

­-¿Qué cambios nota en España respecto a su etapa de estudiante?

-Cambió mucho y para bien. Por ejemplo, para venir a Santiago no había una autovía tan cómoda y por la que apenas se paga nada. Antes llevaba más tiempo ir de Madrid a Valladolid que ahora a Galicia, España ha cambiado mucho y el desarrollo de las infraestructuras es una gran sorpresa para mi.

-Este año se conmemoran los 150 años de relaciones diplomáticas entre Japón y España, que entonces era un país vecino, por Filipinas. ¿Que representa hoy España para los japoneses?

-Hoy España es la Unión Europea y hay mucha gente en Japón a la que le gusta el arte, la cultura y la lengua española. A mí me gusta ver esta relación como un matrimonio, en el que los dos miembros se aman igual a los 49 y los 51 años, pero a los 50 celebran sus bodas de oro, y por eso nosotros también promovemos una serie de eventos especiales para conmemorar los 150 años.

-¿Se sabe de Galicia en Japón?

-Es difícil decir que sí, pero la gente que habla de España, sabe de su diversidad. Quizás en una primera toma de contacto, un japonés opte por ver Madrid y la Sagrada Familia de Barcelona, pero si vuelven una o dos veces más también buscan Galicia, Andalucía o el País Vasco.

-¿Qué es lo que atrae de Galicia?

-Hay dos cosas fundamentalmente, que son la gastronomía, con el pescado y el marisco excepcional, y el camino de Santiago con todo lo que evoca.

-Hay quien lo compare con los caminos de Kumano o Shikoku, hermanados con Santiago.

-Las religiones son diferentes, pero hay aspectos similares en la experiencia personal que se puede tener al recorrer estos caminos, como son el encuentro con uno mismo, la inspiración y la reflexión íntima.

-¿En qué mejoraron las relaciones bilaterales desde que el príncipe Naruhito y el primer ministro Abe visitaron Galicia?

-La visita del primer ministro Abe la vio muchísima gente en Japón, fue ahí cuando muchos descubrieron Santiago de Compostela. Lo más importante en todo esto no es tanto hablar de resultados concretos, que también los hay, sino de un trabajo de acumulación, de actividad constante y relación permanente. Hace 15 meses, el señor Abe estuvo tres horas en el aeropuerto de Madrid, sin agenda, que no era una visita oficial, y yo le dije ¡por favor!, la próxima vez haga una visita al país aunque sea poco tiempo, porque esa labor es importante.

-¿El cambio de gobierno en España puede afectar a las relaciones con Japón?

-En política exterior, no veo mucha diferencia con el Gobierno de Pedro Sánchez, quizás sí en política interior, pero no en cuestiones como la Unión Europea o la posición sobre Corea del Norte, muy importante para nosotros. Pero creo que sería necesario establecer un contacto personal entre los cabezas de gobierno de ambos países para establecer un diálogo más directo sobre lo que podemos hacer juntos en los próximos años.

-¿Por qué está Japón tan cerrado a la emigración de otros países?

-Ahora no tanto, porque con España firmamos el sistema de Working Holidays, que permite a los jóvenes españoles permanecer en Japón un año para estudiar o trabajar 40 horas semanales, que es suficiente para vivir y conocer nuestra cultura. Y esa experiencia es muy importante para nosotros, porque necesitamos profesionales en España que conozcan Japón.

-¿Y a la inversa es importante?

-Por supuesto, porque habría japoneses que se formarían otra idea más ajustada. España no solo es el país del Quijote, es mucho más. En Japón pocos saben que España es, con Alemania, el gran fabricante de coches de Europa, aunque no con marcas propias. Y eso es un plus para este país.