Huyó de la esclavitud del EI y se encontró con su secuestrador en un supermercado en Alemania

LA VOZ

INTERNACIONAL

AFP

Una antigua esclava sexual del Estado Islámico, denunció a las autoridades alemanas que su secuestrador la había amenazado

17 ago 2018 . Actualizado a las 16:40 h.

Ashwaq Haji tenía 15 años cuando su familia entera fue detenida en el ataque de Daesh contra el pueblo yazidi, al norte de Irak en 2014. Tras el ataque, ella, su hermana y otras adolescentes fueron vendidas como esclavas a Abu Humam, miembro del Estado Islámico, quien abusó sexualmente de ella. 

Tras meses de cautiverio, Haji logró escapar y huyó a Alemania como refugiada donde se reunió con su madre y otros familiares. Pero en febrero de este año, volvió a encontrarse con su secuestrador en un supermercado en Alemania. 

«Me dijo que era Abu Houmam, le dije que no lo conocía y comenzó a hablarme en árabe», relata la joven a la agencia kurda Bas News, vistiendo de negro en duelo por sus cinco hermanos secuestrados por yihadistas. «Estuviste conmigo durante un tiempo en Mosul. Y sé dónde vives, con quién vives y qué estás haciendo», fue la amenaza de Abu Houmam, de acuerdo a la versión de la joven. 

Haji contactó inmediatamente con la policía alemana y lograron identificar al hombre gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad. Sin embargo, indicaron que no podían arrestarlo. «Me dijeron que era un refugiado como yo en Alemania y me dieron un número de teléfono para llamar si él se metía conmigo». 

La policía judicial de Baden-Wurtemberg afirmó recientemente en Twitter haber «abierto una investigación el 13 de marzo de 2018», pero añade que las pesquisas no pueden «continuar por el momento porque la testigo (Ashwaq) estaba ilocalizable para responder a las preguntas».

Por miedo a cruzarse de nuevo con su secuestrador, la joven se fue de Alemania a finales de marzo con su madre y su hermano con destino al norte de Irak, donde asegura vivir atenazada por el miedo debido a que Abu Humam tiene familia en Bagdad. 

Su padre, quien había quedado en Irak, confiesa que le costó permitir la vuelta de su mujer e hijos después de tres años bajo yugo yihadista en Irak. «Cuando su madre me dijo que había visto a ese yihadista (...) les dije que volvieran, Alemania ya no parecía un lugar seguro para ellos», dijo a AFP. 

Haji tuvo estaba estudiabando alemán y quería encontrar un trabajo, pero ahora ya no quiere volver a Alemania.«No quiero nada del gobierno alemán, excepto que ese hombre sea castigado, para que se den cuenta de que hay muchas otras mujeres en Alemania que tienen historias similares a las mías, y para protegerlos del Estado Islámico en Alemania».