Un viaje a Irán le cuesta el cargo a un ministro xenófobo noruego

R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Sandberg se fue a ese país con su novia, una exrefugiada persa, sin cumplir las normas de seguridad y con su teléfono de trabajo

14 ago 2018 . Actualizado a las 08:09 h.

Un viaje de verano a Irán con su novia, una exmiss de origen persa, sin cumplir con las protocolos de seguridad le costó ayer el cargo al ministro de Pesca noruego, el xenófobo Per Sandberg, conocido por polémicas propuestas como obligar a los solicitantes de asilo a llevar un brazalete electrónico. El escándalo estalló al saberse que Sandberg no había informado al Gobierno de sus vacaciones en Irán hasta dos días después de llegar allí a finales de julio y por llevar consigo su teléfono oficial a un país que Noruega considera «de alto riesgo» de pirateo electrónico, contraviniendo las reglas de los servicios secretos. La inteligencia escandinava considera a Irán como uno de los países más activos en materia de espionaje, junto con China y Rusia.

El escándalo hizo correr ríos de tinta en la prensa en las dos últimas semanas y desató una ola de críticas de la oposición contra el Gobierno de Erna Solberg, formado por una coalición de conservadores, liberales y los ultraderechistas del Partido del Progreso (FrP), al que pertenece el ministro dimitido.

Sandberg se disculpó en un principio, pero nuevas revelaciones hicieron que su situación fuera insostenible. El caso empeoró al revelar la prensa que en febrero había asistido con Letnes a una recepción de la Embajada de Irán en Oslo y que ya había llevado su móvil de trabajo a un viaje anterior a China.

Una solicitante de asilo

La polémica se hizo muy mediática por la novia del populista de ultraderecha azote de los inmigrantes. Su pareja es el prototipo de refugiado que quería lejos de su país. Bahareh Letnes, miss Irán en el 2013 y treinta años menor que Sandberg, de 58 años. Llegó a Noruega en el 2008 con tan solo 16 años, pero se vio obligada a regresar a Irán después de ser rechazada tres veces su solicitud de asilo. Luego le permitieron la entrada bajo la premisa de que estaba en peligro de matrimonio forzado. Hoy es una mujer de negocios que posee dos compañías, una de ellas especializada en la importación y exportación de pescado y gas entre Noruega e Irán.

Sandberg aseguró al volver de su viaje que no había informado antes por un cambio de planes a última hora, sin dar más explicaciones. Pero la hija de Sandberg contó a un canal que el ya exministro quería evitar que se enterase su exmujer, Line Miriam Sandberg, secretaria de Estado en el Ministerio de Salud. Tanto Sandberg como Letnes rechazaron cualquier vinculación con el régimen iraní, aunque los servicios secretos le han abierto una investigación a esta última.

El populista también presentó la dimisión como número dos de su partido. La ministra de Finanzas y líder del FrP, Siv Jensen, calificó la dimisión de «comprensible» y resaltó que la posición del partido en relación a Irán debe ser «muy clara».

Sandberg es una de las voces más feroces de contra inmigración en Noruega. En 1997, fue condenado a una multa por propinar un puñetazo a un refugiado de la guerra en la exYugolavia que lo había insultado antes. Hace un par de años, en plena crisis de los refugiados, lució en el congreso de su partido una camiseta con un ancla y el lema «Buen viaje», interpretada como alusión a quienes cruzan el Mediterráneo en pateras.