Erdogan advierte a Trump de que su alianza está en peligro

Patricia Alonso ESTAMBUL / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

MURAT KULA | afp

Si no se retracta, el líder turco dice que buscará otros socios

12 ago 2018 . Actualizado a las 09:12 h.

Recep Tayyip Erdogan ha optado por una huida hacia adelante ante el castigo económico lanzado el viernes por Donald Trump en pleno desplome de la economía turca. Lejos de amedrentarse, el presidente de Turquía subió ayer un grado más la escalada de tensión con la advertencia a Estados Unidos de que, si no revierte las sanciones impuestas al país euroasiática, su relación está en peligro y se verá obligado a buscar «nuevos aliados».

Ante una multitud de seguidores en Rize, a orillas del mar Muerto, Erdogan acusó a Trump de «dar la espalda» a Turquía al aplicar una subida de aranceles al aluminio y acero turcos en represalia por la negativa a liberar al pastor norteamericano Andrew Brunson, acusado de simpatizar con el golpismo. «Es malo atreverse a poner a Turquía de rodillas con amenazas relativas a un pastor», lanzó a sus fieles. «¡Qué vergüenza! Cambian a su socio estratégico de la OTAN por un sacerdote», agregó.

Después de recordar la larga historia entre los dos viejos aliados, Erdogan se atrevió a advertir de que «a menos que EE.UU. comience a respetar la soberanía de Turquía y demuestren que comprenden los peligros que enfrenta nuestra nación, nuestra asociación podría estar en peligro».

Comparó la fallida asonada que sufrió en el 2016 con el ataque de Pearl Harbor, y señaló que Washington no «condenó inequívocamente» a los golpistas dirigidos por el clérigo Fetullah Gülen, exiliado en Pensilvania. En un artículo publicado ayer en el The New York Times, Erdogan expresa casi palabra por palabra las mismas opiniones. Además de recordar que «otra fuente de frustración» es el apoyo de Estados Unidos a la milicia kurdo sirias YPG, aliado fiel del Pentágono para derrotar a los yihadistas del Estado Islámico.

Para salvar la debacle económica, que puede llevarse por delante su poder absoluto, Erdogan parece dispuesto a echar mano de otros socios. Así durante una reunión de su partido Justicia y Desarrollo (AKP) anunció que Turquía se prepara para realizar transacciones a través de monedas nacionales con China, Rusia y Ucrania. Irán ya le ha prometido apoyo, después de que su ministro de Exteriores denunciará la «adición a las sanciones» por parte EE.UU.

Turquía, socio de primer orden en Oriente Medio, ya no es el aliado fiel de Occidente desde que Erdogan tomó la senda de la islamización y el autoritarismo. El alejamiento de los aliados de la OTAN ha ido acompañado de un refuerzo de su alianza con Rusia, tras superar una crisis por el derribo de un caza ruso en la frontera siria. Ambos tienen los mismo intereses en Siria, y de hecho lideran las negociaciones de paz de Astaná.