«No soy una víctima, me siento como una luchadora por la libertad»

Johan Oya alayón / F.e. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Ilia Yefimovich | DPA

Tamimi, la joven palestina que fue a la cárcel casi ocho meses por abofetear a dos soldados israelíes, quiere ser abogada

01 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La activista adolescente de Palestina Ahed Tamimi, que salió el domingo de la cárcel tras cumplir ocho meses internada por abofetear y patear a dos soldados israelíes que agredieron a un familiar, considera que no es «una víctima de la ocupación en Cisjordania, soy una luchadora por la libertad». Reflexionó que es capaz de distinguir entre lo correcto y lo incorrecto: «El judío o el niño colono que porta un rifle con 15 años sí son víctimas».

Tamimi, de 17 años y originaria de Nabi Saleh (centro de Palestina), manifestó que su experiencia en la cárcel le despertó el deseo de estudiar derecho internacional para presentar las violaciones contra los palestinos por parte de los israelíes en algún momento. «Seré una gran abogada y devolveré los derechos a mi país». Si esto no le hubiese sucedido, pensaba en ser futbolista profesional.

La joven activista, que negó estar vinculada con algún partido político, señaló que durante su condena se sentaba junto a otras reclusas palestinas para aprender sobre leyes. «Logramos transformar la prisión en una escuela», Sin embargo, agregó que a pesar de que su experiencia tras las rejas le otorgó mayor madurez y consciencia, fue difícil. «Por mucho que lo intento, no puedo describirlo», dijo.

Tras atraer la atención del planeta con su historia, la familia Tamimi dice que a su hija le ofrecieron becas para estudiar en universidades en el extranjero, pero ella aún no se decide, pues quiere tomarse un tiempo para disfrutar de su familia y de su libertad.

Desde el lunes, la casa familiar de la adolescente está llena de líderes y funcionarios palestinos. A las pocas horas de su liberación, sostuvo un encuentro con el presidente de Palestina, Mahmud Abbas. Pero la fama también le afecta. «Me siento orgullosa de que me haya convertido en un símbolo de la causa palestina a fin de transmitir su mensaje a todo el mundo. Es una carga pesada para mí porque representa una gran responsabilidad. Pero estoy segura de que sabré llevarla».

Lo volvería a hacer

Tamimi expresó que no se arrepiente de aquel 14 de diciembre del año pasado, cuando golpeó a los militares de Israel. Incluso, lo haría de nuevo a sabiendas de que es castigado con encarcelamiento. El hecho, que fue grabado en un vídeo por la madre de la joven (quien también cumplió condena de privativa de libertad) y se viralizó por las redes sociales, sucedió cuando vio a su primo herido con una bala de goma en la cabeza a consecuencia de los enfrentamientos que se realizan en la ocupada Cisjordania. «Yo diría que es la reacción normal y natural. Cualquiera en mi lugar haría lo mismo. Me sentía frustrada y enfadada», dijo con rictus serio la joven de 17 años.

Ella se reunió con su primo tras su liberación. Él estaba en su casa el lunes, con una gran cicatriz que marcaba su rostro.

Por su parte, Israel ve con malos ojos que el caso de Tamimi haya trascendido a escenarios internacionales, porque considera que es una simple agitadora que buscaba provocar a los soldados hebreos delante de la cámara. El tema llegó a tal punto de que Tel Aviv tuvo que aprehender a dos italianos que pintaron un mural con la cara de la chica palestina en una parte del muro de separación en los alrededores de Belén. Ya están en libertad tras retirárseles sus visados turísticos y darles orden de salida en 72 horas. Las autoridades israelíes recalcaron que realizar este tipo de pintadas va contra la ley.