Maduro racionará la gasolina en el país con las mayores reservas de petróleo

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Cristian Hernández | Efe

El mandatario venezolano estudiará nacionalizar el 50 % de la actividad económica

30 jul 2018 . Actualizado a las 07:49 h.

Si sus anuncios del pasado miércoles -revisión a la baja del control de cambios, exenciones de impuestos-, parecían sugerir una tímida apertura económica, Nicolás Maduro se aseguró en el congreso del PSUV, su partido, de eliminar cualquier vestigio de optimismo en Venezuela: anunció el uso del carné de la patria (un mecanismo clientelar de identificación) para racionar el consumo de gasolina, y señaló que «se evalúa», a propuesta del Partido Comunista, la posibilidad de «nacionalizar el 50 % de la economía» ya que, dijo el presidente, «casi todas las empresas estatales están en números rojos en estos momentos».

«Tenemos que ir a un uso racional, justo, siempre justo (de la gasolina). Esto va necesariamente a impactar cambios en todo el transporte automotor y el carné de la patria es la respuesta, el censo es la respuesta», señaló Maduro ante los miembros del congreso ideológico del Partido Socialista Unido de Venezuela, que había comenzado ratificando los tímidos intentos aperturistas de la economía venezolana.

«Debe haber una política de manejo responsable de la gasolina, la más barata del mundo», dijo Maduro, que pidió «a todo aquel que tenga un carro, moto, transporte público o de carga asistir entre el viernes y domingo de la semana próxima inscribirse en un censo para una nueva política energética». 

El mandatario pretende, en solo tres días, registrar todos los vehículos del país en el mecanismo por el que ya reparte las infames cajas de comida, denunciadas por diputados europeos y buena parte de la comunidad internacional como un manejo político de la miseria. En redes sociales ya ha comenzado la resistencia contra el operativo, además de las advertencias de que en un momento tan crítico como el actual, la imagen de 3 millones de vehículos registrándose obligatoriamente en un censo puede representar miles de protestas a lo largo del país.

MIRAFLORES PRESS OFFICE

Al sumar el anuncio al ajuste del precio de combustible, economistas como Francisco Monaldi (experto en hidrocarburos) piensan que el Gobierno ya no puede asumir más regalar la gasolina, y que por lo tanto creará un mercado dual: un precio caro de los combustibles para aquellos que no asuman el control a través del Estado y otro subsidiado para quienes si lo hagan, que traería de alguna manera un racionamiento de la cantidad a consumir. Esto ocurre en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, y que hasta la llegada de la revolución bolivariana producía 1,5 millones de barriles de gasolina diarios.

El precio es ciertamente barato: si un euro cuesta 4 millones de bolívares, un litro de gasolina vale entre uno y seis bolívares; es decir, con un euro se compran unos 700.000 litros. Aún con la reforma monetaria anunciada por Maduro, suponiendo el precio de la moneda de menor denominación (0,50 bolívares, o 50.000 bolívares de los actuales, luego de quitarles cinco ceros), un euro seguiría comprando 80 litros de gasolina, muy lejos de los estándares internacionales, lo que ha hecho del contrabando de extracción un problema serio: de hecho el plan dual ya se utiliza en los estados de frontera y ahora, señalan los expertos, el mandatario pretende imponerlo en todo el país. 

Otro desplante a la oposición

En cuanto a los reproches por la persecución a los opositores, Maduro, insistió en que desea mantener un diálogo permanente con los «restos de la oposición», tras señalar que «no existe», y pidió a los militantes del PSUV un «diálogo social» con las «bases del antichavismo». «Tenemos que perseverar en la línea número uno, la del diálogo y la paz nacional, el diálogo en la diversidad. Me gustaría reunirme con la oposición venezolana, pero cuando veo por ahí no veo a nadie, pero inclusive me gustaría reunirme con los restos de la oposición», dijo.

El histórico líder opositor Henrique Capriles contestó ayer que esa negociación entre el Gobierno y los partidos democráticos solo será posible con la ayuda de intermediarios internacionales.