May recibe fuertes críticas por su tardanza en ir a Irlanda

Rita A. Tudela LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

HO

20 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera ministra británica, Theresa May, comenzó ayer una visita de dos días a Irlanda del Norte, su primera aparición en la frontera irlandesa desde la victoria del brexit en el referendo de junio de 2016. May se reunió con Arlene Foster, la líder del partido Unionista Democrático, su principal apoyo para gobernar en Westsminer, para quien la visita permitirá que la primera ministra escuche «ejemplos de primera mano sobre cómo las personas ven los desafíos y las oportunidades para sus sectores a medida que abandonamos la UE».

Lo cierto es que hay una creciente preocupación en Irlanda sobre el ritmo y la forma que está tomando el debate en las últimas semanas en Westminster, ya que se ven como una señal de que el partido conservador no podrá alcanzar ningún acuerdo con Bruselas lo que eleva aún más la posibilidad de un caos mayor en la frontera irlandesa. La Confederación de la Industria Británica (CBI, por sus siglas en inglés) advirtió a May pocas horas de su viaje de que Irlanda del Norte camina hacia la recesión, tanto por el vacío político dejado por el colapso del poder compartido en Stormont, como por la incertidumbre que genera el brexit. En Dublín el taoiseach, Leo Varadkar, reconoció que Irlanda estaba buscando contratar a unos 1.000 funcionarios para los controles aduaneros, veterinarios y de exportación para hacer frente a un brexit sin acuerdo.

Los líderes empresariales han expresado su preocupación de que cualquier división, incluso como resultado de una salida suave, tendrá consecuencias. «Casi toda la comunidad empresarial de Irlanda del Norte se opone al brexit», dijo Conor Patterson, director ejecutivo de la Agencia Cooperativa y Empresarial Newry and Morne.

La visita de May se produce en medio de fuertes críticas por su tardanza en visitar la frontera ya que el negociador de la UE, Michel Barnier, ya la ha visitado dos veces.