Los niños rescatados en Tailandia se reúnen con sus familiares

Agencias CHIANG RAI, TAILANDIA

INTERNACIONAL

Niños tailandeses celebran la salida de los doces menores atrapados en la cueva junto a su entrenador
Niños tailandeses celebran la salida de los doces menores atrapados en la cueva junto a su entrenador TANG CHHIN SOTHY | AFP

Los integrantes de los Jabalíes Salvajes han perdido dos kilos de peso y algunos sufren cuadros leves de neumonía

11 jul 2018 . Actualizado a las 10:06 h.

Los doce niños y el entrenador rescatados en Tailandia tras permanecer más de dos semanas atrapados en el interior de una cueva podrán reunirse con sus familias a lo largo del día de hoy. Eso sí, tendrán que hacerlo con unas medidas de seguridad extraordinarias. Los allegados de los pequeños no podrán aproximarse a más de dos metros y tendrán que ir vestidos con guantes y ropa especial. 

Hoy solo podrán disfrutar de la compañía de los suyos ocho de los 13 rescatados. Los cinco restantes, cuatro niños y el adulto que fueron los últimos en salir, permanecerán al menos un día más en cuarentena para evitar el contagio de posibles enfermedades: «Hay que mantener un protocolo de seguridad debido al débil sistema inmunológico de los menores». Los familiares pueden verlos y hablar con ellos a través de un cristal ubicado a la puerta de la habitación en la que se recuperan. «Tengo muchas ganas de abrazar a mi sobrino» aseguraba anoche Amporn Srivichai, tía del entrenador de los Jabalíes Salvajes.

A pesar de las fuertes medidas de seguridad, el estado de salud de los chiquillos es muy halagüeño. Los trece rescatados han perdido de media dos kilos de peso durante los quince días que permanecieron enclaustrados en la gruta, pero su vida no corre peligro, aseguraron este miércoles fuentes médicas.

Algunos de los menores sufren cuadros leves de neumonía, pero ninguno de ellos registra problemas graves de salud, apuntó en rueda de prensa uno de los facultativos encargados de evaluar el estado de salud del grupo, ingresado en el hospital provincial de Chiang Rai.

Las operaciones de salvamento se completaron ayer con el rescate de cuatro niños y un adulto, lo que estuvo precedido por la liberación de cuatro menores el lunes y otros cuatro durante la misión del martes.

Los últimos cinco rescatados llegaron anoche al centro médico con síntomas de hipotermia por las duras condiciones que han sufrido al pasar 17 días dentro de la cueva y por la fría temperatura de las aguas que tuvieron que atravesar con la ayuda de dos buzos para alcanzar el exterior. «Al igual que sus compañeros, ninguno padece de enfermedades infecciosas», indicó uno de los médicos.

El grupo es alimentado a base de una dieta blanda con arroz y pollo, además de la ingesta de varios suplementos vitamínicos. Los chavales y el adulto, todos en buen estado de ánimo, pasarán al menos siete días en el centro médico antes de recibir el alta.

Los doce escolares, de entre 11 y 16 años, y el entrenador, de 26, se internaron en la cavidad durante una excursión tras completar un entrenamiento de fútbol cuando las intensas lluvias de una tormenta inundaron las galerías y les impidieron la salida de la gruta.

La madre de uno de ellos dio la alerta al ver que su hijo no regresaba, pero no los encontraron hasta nueve días más tarde, hambrientos y débiles, a cuatro kilómetros de la entrada de la caverna.

El grupo ha tenido que aprender a bucear en cuestión de días, una tarea difícil si se tiene en cuenta que muchos no sabían nadar. Dos buzos, uno delante y otro detrás, ha acompañado a cada uno de ellos por un laberinto de galerías parcialmente inundadas, con desniveles y visibilidad nula.

La dificultad de la operación quedó patente con la muerte el jueves pasado de un voluntario, antiguo miembro de los grupos de élite de la Marina, al quedarse sin aire durante una inmersión.

El portavoz oficial de los operativos, Narongsak Ossottanakorn, declaró que espera que este incidente sirva de ejemplo a los niños para que se conciencien sobre la importancia de la seguridad.