«No os preocupéis por mí, os echo de menos. Os quiero», las cartas de los niños atrapados en Tailandia a sus padres

YANEL TILKE SEIJO / M. P. / Agencias REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Atlas TV

Tras 14 días, los equipos de rescate tailandeses trabajan contrarreloj para intentar rescatar a los doce menores y su entrenador antes de la llegada de las lluvias y la falta de oxígeno dentro de la cueva. La muerte de uno de los buzos alarman la situación de rescate.

07 jul 2018 . Actualizado a las 17:12 h.

Tailandia y parte del mundo siguen sobrecogidos el minuto a minuto de los doce niños (entre 11 y 16 años) y un adulto de 26 atrapados en la cueva de Tailandia desde el 23 de junio. La alarma y la preocupación entre las autoridades y los familiares no para de crecer ya que tras ser hallados con vida y en buen estado, el rescate se complica por momentos. Asimismo, intentaron establecer un canal de comunicación telefónica extendiendo dos kilómetros de cable en la cueva, pero no funcionó. Tras este fracaso, se publicaron dos vídeos donde se ve a los niños, quienes no saben nadar, saludando a cámara y diciendo el nombre de cada uno. Por su parte, el entrenador del equipo juvenil escribió una carta, que fue entregada a los buzos, para disculparse con los padres de los niños. «Gracias por todo el apoyo moral, pido perdón a todos los padres», agradeció el entrenador de 26 años, Ekkapol Chantawong, tal como informa la agencia Afp.

Además, la muerte de un exbuzo de la Marina tailandesa durante una operación de abastecimiento en la cueva, puso en dudas sobre si una evacuación sin riesgos de los niños pueda ser factible. Se trataba de un antiguo miembro de los cuerpos de élite de la Marina identificado como Saman Kunan, de 38 años, quien se quedó sin oxígeno mientras estaba sumergido y tras completar con éxito una misión de suministro a la cueva. «La muerte de este experto buceador sirve para mostrar la dificultad de las tareas de rescate. A pesar del deceso, no vamos a parar de trabajar para sacar al grupo», declaró Passkorn Boonyaluck, vicegobernador provincial a la agencia Efe.

Cartas de los niños a los familiares

Los socorristas no sólo publicaron la carta del entrenador sino que a modo de «señal de vida» también dieron a conocer varias escritas por los niños. «No os preocupéis, papa y mamá. Hace dos semanas que me fui pero volveré para ayudaros en la tienda», escribió Bew, cuyos padres regentan un negocio de ultramarinos. En los textos se puede señalar un mensaje en común de todos los niños hacia sus familiares: «están bien» y que no deben preocuparse por ellos. Un niño escribe: «No os preocupéis por mí, os echo de menos a todos. Os quiero. Yo estoy bien aquí, mis hermanos los marines me están cuidando», firma Mik. Otro menor, que cumplió años en la cueva espera ansioso salir y poder festejarlo con sus familiares: «Estoy bien, solo un poco de frío, pero no os preocupéis por mi. No os olvidéis de mi fiesta de cumpleaños», dice Night.

Por su parte el entrenador añadió unas palabras para calmar a los familiares de sus alumnos: «Todos los niños están bien. El equipo de rescate nos está cuidando. Prometo que yo también cuidaré de los niños lo mejor que pueda. Gracias por el apoyo y por favor aceptadmis disculpas», solicita Ekapol Chanthawong, el entrenador del equipo de fútbol «jabalíes salvajes» del que forma parte junto a los niños, según afirma la agencia Efe.

Dos semanas de intensa búsqueda

Han pasado ya 14 días que parecen una odisea, porque no se logra rescatar al grupo que se quedó atrapado en la cueva de Tham Laung-Khun Nam Nang Non, en la provincia de Chiang Rai, situada a unos 1.000 kilómetros al norte de Bangkok, cerca de la frontera con Myanmar tras un entrenamiento. Las autoridades creen que se vieron sorprendidos por una inundación en la caverna, de unos 10 kilómetros de largo, y que tuvieron que internarse profundamente para salvarse. En la operación de rescate han participado ya más de 1.300 personas hasta la fecha. 

Día a día, las autoridades intentan pensar cualquier plan para salvar al grupo de adolescentes. En las ultimas horas, unos expertos buscadores de nidos escrutan el monte del norte de Tailandia en busca de una fisura por la cual proceder al rescate. Sin embargo, estos voluntarios llevan inspeccionado un centenar de chimeneas y cavidades sin hallar con una que acceda a las proximidades de la gruta donde se encuentran prisioneros los escolares y su tutor. «Vamos a continuar con las operaciones», declaró un voluntario según la agencia Efe.

De momento, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente. El recorrido es de varios kilómetros y tiene algunos tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua. El panorama se complica aún más, ya que se pronostica la llegada de lluvias para los próximos días a la isla tailandesa, y de ahí la premura de las autoridades en encontrar una entrada alternativa a la gruta donde se halla el grupo. Narongsak Ossottanakorn, gobernador de Chiang Rai, donde se encuentra la cueva, señaló la noche del viernes pasado que se están analizando con detenimiento unas 18 fisuras, algunas con una profundidad de hasta 400 metros.

A las preocupaciones por la aproximación de un temporal de lluvias, se suma el descenso de la cantidad de oxígeno dentro de la cavidad. Tras esto, Apakorn Yookongkaew, el comandante de los buzos tailandeses, dijo a los medios que se planea tender una tubería para proporcionar aire a los doce niños y el adulto.

Bajo control los niveles de oxígeno en gruta

Los equipos de rescate indicaron hace unas horas su preocupación por la bajada en los niveles de oxígeno y aumento del dióxido de carbono en la gruta donde el grupo permanece atendido por varios miembros de las tareas de salvamento. Pese a esto, desde las autoridades aseguraron mantener bajo control los niveles de oxígeno ya que han «conseguido trasladar bombonas de oxígeno hasta la cavidad, donde han sido abiertas (...) la tarea ahora es mantener el equilibrio adecuado» entre ambos elementos para que los niños no se sientan afectados, declaró en una rueda de prensa Narongsak Ossottanakorn, gobernador de Chiang Rai, según publica Efe.

A su vez, el portavoz oficial indicó que desde este momento solo cuatro miembros de la operación de rescate permanecerán en tareas de asistencia junto a los menores, para rebajar el consumo de oxígeno. «Solo vamos a mantener desplegado al personal estrictamente necesario», dijo Narongsak.

Rescate a contrarreloj para salvar al grupo

La realidad es que existe un «límite de tiempo» para poder salvarlos. Un equipo de Navy SEALS, soldados, policías y voluntarios ha estado trabajando a contrarreloj para intentar drenar la cueva. «El punto crítico se producirá cuando vuelva a llover. El tiempo es limitado», ha explicado Narongsak Osottanakorn. Su prioridad es intentar reducir el nivel de riesgo lo máximo posible, por lo que la bajada de los niveles de oxígeno en el interior de la cueva son «una gran preocupación», según recoge la agencia Europa Press. Las autoridades están analizando dos opciones para la salida de los niños. La primera, bucear a través de los pasadizos parcialmente inundados del complejo subterráneo y, la otra estrategia sería encontrar un hueco en la montaña por donde sacarlos con la ayuda de un helicóptero.

Sin embargo, las autoridades no proponen una fecha para anunciar alguna de estas estrategias, sino que procederán de manera gradual, sacando primero a los niños en mejores condiciones físicas y psicológicas. «Vamos a tomar el mínimo riesgo posible, pero no podemos esperar hasta que comiencen las fuertes lluvias y empeore la situación», señaló Narongsak Ossottanakorn y agregó: «En general la cantidad de agua ha bajado, pero en los puntos cruciales (para la misión de rescate) continúan altos», según declaraciones a la agencia Efe. «La situación es cambiante, hay que evaluar los planes todos las jornadas. Pero hoy es uno de los mejores días, tenemos un tiempo apropiado por lo que tenemos que planificar y actuar rápido», señaló el gobernador sin aportar una fecha concreta para el inicio de las operaciones de rescate. El nivel de agua continúa descendiendo gracias al buen tiempo, la salida natural del agua y los trabajos de drenaje artificial. Sin embargo, las autoridades apuntan que la cantidad todavía es elevada en zonas esenciales durante el camino hacia el exterior.

Otra de las alternativas de rescate que se han planteado es la de proporcionar a los jóvenes atrapados oxígeno y provisiones para que puedan sobrevivir durante varios meses hasta que finalice la temporada de lluvias en Tailandia, (con el riesgo que eso comporta de que la cueva en la que están se pueda inundar) o intentar construir una balsa que quepa en la cueva para sacarles.

Las dudas de cómo llegaron a la cueva

En paralelo al rescate, se está investigado cómo llegaron hasta el interior de la cueva Tham Luang, ya que es una de las más largas y profundas de Tailandia. Por ese motivo, muchos se preguntan si el entrenador de fútbol de los doce chicos atrapados en su interior, Ekkapol Chantawong, cometió una grave imprudencia al dejarles acceder y llevarles tan adentro, informa Colpisa. Por un lado, algunos sostienen que comenzó a llover y se quisieron resguardar, pero otros aseguran que se trataba de un ritual de iniciación para los adolescentes, que tenían que alcanzar Playa Pattaya -donde quedaron atrapados- y escribir allí sus nombres. En cualquier caso, lo más urgente es salvarlos a los trece con vida, pero el Gobierno ha dejado caer la posibilidad de iniciar acciones legales contra el entrenador.

Hasta el momento se difundieron dos vídeos, donde se los ve delgados, pero con buen estado anímico y de salud, los jóvenes están siendo atendidos en la gruta por una decena de militares, entre ellos un médico y un psicólogo. En uno de los vídeos se los veía sonriendo a cámara y pronunciando su nombre y estaban cubiertos por un impermeable transparente. El material audiovisual fue publicado en la página de Facebook de la unidad SEAL tailandesa.

No saben nadar, un problema añadido

Mediante la ingesta de complementos vitamínicos, el grupo recupera poco a poco las fuerzas para su salida de la cueva situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la frontera entre Tailandia y Birmania. Para ello, los escolares y el monitor han comenzado un entrenamiento intensivo para aprender a nadar, ya que la mayoría no sabe y aunque es una opción ,iu arriesgada (que algunos ven casi como temeraria) para los expertos sigue siendo la más factible. En su opinión, el gobernador de la provincia de Chiang Rai, juzgó que una evacuación por buceo no era «oportuna». Pese a esto, el funcionario hizo hincapié en que «los niños están aprendiendo a bucear. Vamos a tomar el mínimo riesgo posible, pero no podemos esperar hasta que comiencen las fuertes lluvias y empeore la situación», señaló Narongsak al referirse al temporal de precipitaciones que se acerca a la región.

Cientos de personas tratan de buscar una solución

Los socorristas anunciaron a los medios que habían realizado más de 100 perforaciones verticales para intentar una vía alternativa a la evacuación por buceo, pero «todavía no hemos localizado su posición», declaró Narongsak Osottanakorn según la agencia AFP. Además el fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk, anunció en Twitter que mandará un equipo de ingenieros a Tailandia para ayudar en las tareas de rescate, ya que «probablemente hay muchas complejidades que son difíciles de apreciar sin estar ahí en persona», según la agencia Efe. 

La compañía del empresario, Boring Co. está dedicada a construir túneles para su proyecto de transporte ultrarrápido subterráneo, mientras que SpaceX se centra en el sector aeroespacial. Luego de que un usuario de la red social le solicitara su ayuda, Musk se puso en marcha para ayudar a rescatar al equipo de fútbol juvenil y a su entrenador.