Aprender a bucear, la única alternativa de los doce niños atrapados en una cueva de Tailandia para sobrevivir

La Voz REDACCIÓN

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Los menores y su entrenador, que llevan diez días en el interior de una gruta inundada, podrían pasar meses sin poder ser rescatados

05 jul 2018 . Actualizado a las 12:25 h.

La noticia ayer de que los doce niños que, junto al entrenador del equipo de fútbol al que pertenecen, continuaban «sanos y salvos» pese a llevar más de una semana atrapados en una cueva del norte de Tailandia, llenó de júbilo al país. No obstante, la alegría por la llegada de esta buena nueva después de que 1.300 efectivos se hubiesen afanado en el rescate de estos niños que habían quedado atrapados en una gruta taponada por el fango y el agua pronto se empañó, igual que la esperanza de los familiares por reencontrarse pronto con sus pequeños. La dosis de realidad la puso el gobernador de la región de Chiang Rai, Narongsak Osathananakorn, cuando reconoció que pese a que los chavales están localizados pueden pasar hasta cuatro meses sin que consigan salir del recoveco en el que están atrapados.

Para no tener que llegar a este insostenible punto, según informaron ayer las autoridades tailandesas,solo cuentan con una alternativa: aprender a bucear para poder llegar a la salida de la gruta, que se encuentra a cuatro kilómetros de distancia del lugar en el que los jóvenes llevan ya diez días atrapados. Un grupo de médicos llegó a donde están los niños para evaluar su capacidad para bucear y las fuerzas con las que cuentan para llevar a cabo este gran esfuerzo. «Hay que entrenarlos [...] Veamos de qué son capaces», declaró el gobernador. Mientras, los socorristas siguen bombeando el máximo de agua de la cueva para facilitar su salida.

Para poder soportar estas duras condiciones, los niños y su entrenador han recibido de los buzos tubos de gel de alto valor calórico para alimentarse ante la imposibilidad de llevarles alimentos normales por las inundaciones y las estrechas grutas por las que han accedido los buzos. Además, los servicios de rescate están desplegando un cable de comunicaciones para que los doce niños y su entrenador puedan comunicarse con sus familiares. 

No es la primera vez que un rescate subterráneo se salda con éxito tras más de una semana: en el 2014, en Alemania, un hombre fue rescatado en una cueva tras 11 días de espera. En 2012, en Perú, unos menores pudieron ser salvados tras haber pasado sepultados siete días. Y en 2010, en Chile, unos niños aguantaron 17 días antes de ser rescatados.