Salvini se enzarza con una oenegé y vuelve a vetar el acceso de más barcos a sus puertos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

ETTORE FERRARI | efe

«Italia ya no quiere ser cómplice del negocio de la inmigración ilegal», publicó en Facebook el ministro del Interior italiano

17 jun 2018 . Actualizado a las 07:20 h.

El ministro del Interior italiano y líder del partido ultraderechista Liga, Matteo Salvini, no desfallece en su cruzada contra las oenegés, encantado por los réditos políticos que le proporciona. Ayer se enzarzó en una polémica con la organización alemana Lifeline, que se había referido previamente a los «fascistas» de forma genérica. Salvini, cómo no, se dio por aludido y respondió de inmediato.

«¿Una asociación pseudovoluntaria que llama fascista al viceprimer ministro italiano? Nunca volverán a tocar tierra en Italia», escribió en respuesta al tuit original: «Cuando los fascistas nos hacen promoción...». La oenegé borró el tuit originario y respondió: «No, @matteosalvinimi no es naturalmente un fascista. Es un ratón escurridizo». Salvini reprochó el insulto y subrayó que en Italia «la música ha cambiado».

Previamente, Salvini había advertido a través de Facebook a las organizaciones que trabajan en el Mediterráneo que tendrán que buscar otros puertos no italianos para el desembarco. «Que sepan estos señores que Italia ya no quiere ser cómplice del negocio de la inmigración ilegal, por lo que tendrán que buscar otros puertos no italianos a los que dirigirse», afirmó.

Salvini, que no aludió al caso del Trenton, un barco de EE.UU. con 40 inmigrantes rescatados que recibió permiso para desembarcar en Italia, ha recordado que hay otros dos buques de eonegés con bandera de Países Bajos, el Lifeline y el Seefuchs, que han llegado a las costas de Libia, «esperando su carga de seres humanos abandonados por los contrabandistas». «Como ministro y papá, pueden atacarme y amenazarme todo lo que quieran, pero yo no renuncio y lo hago por el bien de todos», apostilló.