Colombia decide si da al uribismo la opción de revisar la paz con las FARC

héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El uribista Iván Duque
El uribista Iván Duque Diego Pineda | DPA

Gustavo Petro aspira a ser el primer presidente de izquierdas en Colombia

17 jun 2018 . Actualizado a las 08:37 h.

Dos candidatos totalmente antagónicos se disputan hoy el favor de los colombianos en las elecciones presidenciales. El representante de la derecha uribista, Iván Duque, y el izquierdista Gustavo Petro, han luchado en las últimas dos semanas por hacerse con los apoyos de los partidos que quedaron sin candidato tras la primera vuelta. El resultado de esas alianzas supone todo un reto para la política tradicional colombiana.

Los grandes partidos históricos se han aglutinado en torno a Duque. Entre los apoyos que ha recibido destaca el del Partido Liberal, una estrategia polémica y que no aceptan parte de sus bases. El candidato uribista propone modificar el pacto de paz con las FARC para que los guerrilleros condenados por crímenes de lesa humanidad no puedan sentarse en el Congreso. Tampoco quiere que el narcotráfico sea considerado como delito conexo al político, y, por ende, amnistiado de facto.

Sin embargo, la defensa del pacto de paz era una línea roja para un sector de las bases liberales por lo que varios líderes de las juventudes del histórico partido han decidido apoyar a Petro. El candidato presidencial liberal, Humberto de la Calle, anunció que votaría en blanco.

Otro apoyo importante para Duque es el del Cambio Radical del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, también eliminado en primera vuelta. El candidato uribista sumará, a buen seguro, los 1,4 millones de votos que sumó Vargas a sus 7,6 millones de votos.

El aglutinamiento de los partidos tradicionales en torno a Duque le ha dejado el discurso servido en bandeja a Petro, que quiere ser el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia. El ex guerrillero [militó en el M19, desmovilizado en 1990] ha llamado a votar en contra de la corrupción de los políticos tradicionales y a favor de la renovación del país. Aunque no consiguió sumar el apoyo oficial de Sergio Fajardo, tercero en la primera vuelta, que votará en blanco, a buen seguro se hará con parte importante de sus 4,6 millones de votos.

Los votos de Fajardo

Petro, que mantendrá el pacto con las FARC tal y como fue firmado en Cuba, consiguió 4,8 millones de votos en primera ronda. Necesitará probablemente superar los nueve millones de votos para ganar. Su problema es que no sumará en bloque los sufragios de Fajardo. Muchos de los votantes del ex alcalde de Medellín ven a Petro como un extremista y votarán en blanco, una opción que supera el 10 % de media en las encuestas.

El candidato izquierdista aparece en los sondeos entre 20 y seis puntos por debajo de Duque, pero en trayectoria ascendente. Una tendencia que se habría agudizado en los últimos días, según filtraciones en redes sociales, ante la prohibición de publicar encuestas en los medios en la semana previa a los comicios. Petro sumó apoyos clave la semana pasada. Añadió a su campaña a Antanas Mockus, el segundo político más votado, tras el ex presidente Álvaro Uribe, en las legislativas del pasado marzo.

También consiguió el apoyo de Claudia López, una popular congresista que se había presentado a los comicios como fórmula presidencial de Fajardo. Su patrocinio habrá cambiado, a buen seguro, una buena cantidad de votos en blanco. Otro apoyo importante fue el de Ingrid Betancourt, la ex senadora que fue secuestrada durante seis años por las FARC y se convirtió en un símbolo en Colombia.

La guerrilla, ahora convertida en partido político, votará también a Petro. Así lo anunció su líder, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, en una entrevista televisada el 4 de junio. No se hizo foto alguna con el candidato izquierdista, que considera que el proyecto de las FARC no tiene que ver con el suyo.

Duque propone reducir impuestos, fortalecer el emprendimiento y acabar con la dosis mínima de droga permitida para evitar que los jóvenes caigan en la drogadicción. Petro quiere cambiar el modelo productivo para favorecer la agricultura sobre el modelo extractivo y avanzar hacia la construcción de servicios de sanidad y educación públicos y universales.