Arabia Saudí lanza el mayor ataque de la guerra en Yemen

mikel ayestarán JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

STRINGER | Reuters

Riad pretende hacerse con el control del puerto de Al Hudeida, el mayor del país, en manos de los hutíes

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El puerto de Al Hudeida se ha convertido en el nuevo punto caliente de la guerra en Yemen tras el lanzamiento de la operación Victoria de Oro por parte de Arabia Saudí y sus fuerzas aliadas, la mayor ofensiva desde el inicio de la guerra en 2015. La alianza que lidera Riad inició los bombardeos contra este gran embarcadero situado 150 kilómetros al oeste de la capital, Saná, que es la puerta de entrada de la ayuda humanitaria a un país en el que 8,4 millones de personas están «a un paso» de la hambruna, según Naciones Unidas.

Ante la voz de alarma de las organizaciones humanitarias internacionales, el ministro de Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Anuar Gargash, aseguró que la «liberación» de Al-Hudeida creará una «nueva realidad» en el conflicto y llevará a los hutíes a sentarse a la mesa de negociaciones. Emiratos es el principal aliado de Arabia Saudí en esta operación contra un puerto por el que piensan que llegan armas y municiones iraníes a los hutíes, la tribu que controla la capital.

«Al-Hudeida es una de las áreas más densamente pobladas de Yemen: una ofensiva en esa ciudad tendrá consecuencias devastadoras para la población civil», declararon la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, y el comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides. Desde la ONU fue el alto comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, quien recordó que el país sigue sufriendo «la mayor crisis humanitaria en el mundo» y denunció que la ofensiva «lo va a empeorar».

Estas palabras se encontraron con la determinación del presidente yemení Mansour Hadi quien, desde el exilio, hizo un llamamiento a su Ejército y fuerzas aliadas para que «liberen militarmente» el principal puerto del país porque no puede seguir permitiendo «el sufrimiento de nuestro pueblo y hacerlo rehén de una guerra prolongada por la milicia golpista».

Las fuerzas aliadas de Riad tratan de dar un giro a una guerra en la que no son capaces de imponerse a pesar de su arsenal de última generación, que no para de crecer gracias a las compras millonarias efectuadas a empresas de EE.UU. y Europa. La guerra con mayúsculas en Yemen estalló en marzo de 2015, cuando una coalición árabe liderada por Arabia Saudí atacó a los milicianos hutíes que tomaron por la fuerza el control del Gobierno de Saná. Los saudíes apoyaron desde el inicio a Hadi, elegido en 2012 presidente por consenso tras la salida de Ali Abdulá Saleh y reconocido por la comunidad internacional. El objetivo de los saudíes es hacer frente a los hutíes, que son zaidíes, una confesión derivada del chiísmo, aunque se les conoce como hutíes por el clan que lidera al grupo desde 2004, y representan a un tercio de los 24 millones ciudadanos de un país de mayoría suní.